La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a los países a desarrollar planes para mejorar los servicios de agua potable, saneamiento e higiene en los centros sanitarios. Es una de las cuestiones debatidas durante la 72º Asamblea Mundial de la Salud, celebrada esta semana en Ginebra (Suiza),
Esta medida previene la propagación de infecciones, reduce las muertes maternas y neonatales y garantiza la cobertura universal de salud. Sin embargo, uno de cada cuatro centros de salud de todo el mundo carece de servicios básico de agua y muchos no tienen instalaciones de higiene de manos y carecen de sistemas para la eliminación de desechos.
Se estima que el 15% de los pacientes a nivel mundial desarrollan una o más infecciones durante una estancia hospitalaria, con el mayor riesgo en los países de bajos ingresos. Por ello, la OMS ha solicitado a los países que inviertan en servicios de agua potable y saneamientos.
Por su parte, la OMS se ha comprometido a ayudar a los países a movilizar recursos, informar sobre el progreso global y ayudar a implementar los servicios de agua potable y saneamiento en la atención médica.
Salud, medioambiente y cambio climático
Los Estados Miembros acordaron una nueva estrategia mundial sobre salud, medioambiente y cambio climático: transformación necesaria para mejorar de forma sostenible las condiciones de vida y el bienestar mediante la creación de ambientes saludables. La estrategia ofrece una visión y orientación sobre la forma en que el mundo y su comunidad sanitaria deben responder a los riesgos y desafíos con que se ve confrontada la salud ambiental de aquí a 2030.
También acordaron un plan de acción sobre cambio climático y salud en los pequeños Estados insulares en desarrollo. El plan tiene cuatro líneas de acción estratégicas: empoderamiento (apoyar a los líderes en materia de salud de los pequeños Estados insulares en desarrollo); datos probatorios (recopilar argumentos que justifiquen la inversión); puesta en práctica (preparación ante los riesgos climáticos, adaptación y políticas de mitigación que promuevan la salud); y recursos (facilitar el acceso al financiamiento en el ámbito del cambio climático y la salud).