La ONU ha premiado con el premio Momentum for Change la iniciativa desarrollada por la empresa Aguas Andinas, perteneciente al Grupo SUEZ, con la que se están transformando en biofactorías tres plantas de tratamiento de agua tradicionales de Santiago de Chile.
El premio se entregó este martes en una ceremonia enmarcada en la celebración de la COP24 en Katowice (Polonia). Narcís Berberana, CEO de Aguas Andinas, recogió el galardón en una gala en la que también se reconoció la labor de otros 14 proyectos liderados por gobiernos, empresas y organizaciones en la lucha contra el cambio climático.
El modelo de biofactorías, basado en la economía circular, se lleva a cabo aplicando tres criterios: la reutilización del agua, la generación de energías renovables y la valorización de residuos. España es un referente importante en el progreso de este enfoque, que se está materializando con éxito en Granada y Barcelona, y se proyecta poder extenderlo progresivamente a otras zonas con el objetivo de alcanzar el residuo cero y la autosuficiencia energética en las instalaciones.
Angel Simón, vicepresidente ejecutivo de SUEZ a cargo de España, América del Norte y América Latina, destaca que la apuesta por este nuevo paradigma encarna la visión de futuro de la organización. «Creemos firmemente en nuestras biofactorías, en la importancia de avanzar a través de la innovación y en el compromiso para que las infraestructuras sean sostenibles. Con las biofactorías, estamos contribuyendo a la preservación de los recursos para las futuras generaciones e impulsando interrelaciones de mutuo beneficio con nuestras comunidades. Estamos comprometidos con alcanzar el impacto cero al medio ambiente para ayudar, así, a disminuir los efectos que el cambio climático está causando en el planeta. Ese es nuestro objetivo».
Gracias a la implantación de las últimas tecnologías, las biofactorías consiguen reutilizar el agua regenerada para usos agrícolas, urbanos, industriales y ambientales. También producen energía limpia y pueden llegar a ser autosuficientes e incluso generar excedente. Asimismo, se proporciona valor a todos los residuos para su uso agrícola o energético. Toda esta actuación, que va en la línea de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se lleva a cabo a través de la colaboración con las administraciones locales, las comunidades en el entorno y otros grupos de interés.