De acuerdo con la información ofrecida ayer por el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, la crecida del Ebro ha dejado desde la semana pasada un saldo de 19.000 hectáreas inundadas. Además de provocar daños por valor de 25 millones de euros como consecuencia de la pérdida de las cosechas y de los desperfectos en infraestructuras privadas o colectivas. Luego de una reunión con los responsables agrarios de la zona, el consejero ha informado de que va a poner en marcha un plan de indemnizaciones complementario al cobro del seguro agrario, pero únicamente para las superficies que estén aseguradas.
Durante el plan de emergencia, un total de 50.000 animales fueron evacuados, correspondientes a 62 granjas de la comunidad. Sin embargo, el consejero ha admitido que en algunos casos fue imposible realizar la evacuación de las cabezas de ganado, por lo que se desplegó un dispositivo para atender a los animales atrapados. En cuanto a la situación de las diferentes granjas donde las riadas afectaron a miles de cerdos, lechones y ovejas, en algunos casos el consejero atribuyó la responsabilidad al propietario de los animales y no al ganadero. Además, el intento de rescate de los animales en una granja de Codos causó la muerte del pastor Manuel Jesús Lázaro, que Olona ha calificado como «el mayor daño» provocado por la crecida del Ebro.