En el caribe mexicano nace una alianza público-privada que suscribe la primera póliza para proteger un arrecife de coral, el principal obstáculo de protección de la costa frente a los huracanes. La póliza se sufragará mediante una “hucha” a la que contribuirán con sus impuestos hoteles de Cancún y Riviera Maya, organismos públicos y donantes.

El objetivo de este Fideicomiso de Manejo de Zonas Costeras es disponer de recursos rápidamente para poder ejecutar los “primeros auxilios” del arrecife tras el impacto de un huracán fuerza 4 o 5.  Se trata de 60 kilómetros de arrecife comprendidos entre Cancún y Puerto Morelos, que constituyen el comienzo de la segunda barrera más grande del planeta, después del Arrecife Mesoamericano.

Por lo tanto este fideicomiso no sólo pagará la póliza sino que conservará tanto el arrecife como las playas y dunas para hacerlos más resilientes. El arrecife servirá para proteger la costa de las tormentas, mantener pesquerías comerciales y locales, generar sedimentos que evitan la erosión en las playas y abastecer el consumo local y la industria turística que genera beneficios de más de 9.000 millones de dólares al año.

Este bosque submarino, situado a un kilómetro de la costa aproximadamente, disminuye la fuerza del oleaje de tormentas y huracanes hasta en un 97%, por lo que está comprobado que por cada metro de altura que pierde el arrecife, el impacto de los fenómenos extremos en las personas y bienes costeros se triplica.