Varios estudios indican que los delfines son seres muy inteligentes y poseen unas habilidades cognitivas parecidas a las de los humanos. Nosotros somos capaces de reconocer nuestra propia imagen en un espejo y lo mismo sucede con los delfines, los elefantes, las urracas y los chimpancés. En las personas esta habilidad está asociada al desarrollo sensorial y al aumento de la consciencia social.
Los expertos atribuyen esta facultad a las especies capaces de “pensar”. En el caso de los humanos se desarrolla entorno a los 12 meses de vida. Según un estudio publicado en la revista científica Plos One, en el caso de los delfines mulares se reconocen con sólo 7 meses de edad.
La psicóloga del Hunter College de Nueva York y autora del estudio, Diana Reiss, estudió durante tres años los patrones de comportamiento de dos jóvenes delfines del Acuario Nacional de Baltimore (Estados Unidos). Lo más relevante fue la capacidad de los delfines de reconocer su propia imagen a tan temprana edad.
Reiss sometió a los delfines a la “prueba del espejo”, desarrollada por Gordon Gallup en 1970. El método de estudio se basa en que si un animal se reconoce en un espejo, es consciente de su propia existencia. Se trata de uno de los procedimientos más conocidos para evaluar la capacidad intelectual de los animales.