Al menos 78 ejemplares de delfín tucuxi murieron en las últimas dos semanas en la bahía de Sepetiba en el litoral del estado de Río de Janeiro. A día de hoy se desconoce el motivo de este suceso pero lo que está claro es que pone en riesgo a una de las especies de cetáceos más amenazadas de extinción en Brasil.
La mortandad fue denunciada en sus redes sociales por el Instituto Boto Cinza, una organización no gubernamental que trabaja para preservar esta especie marina. Los militantes de la organización confirman que desde diciembre han recogido un total de 78 cuerpos de delfines, que equivale al 10% de los 800 ejemplares de tucuxi que se calcula que viven en dicha bahía.
Los ecologistas alertan que los animales vivos avistados en los últimos días parecen débiles y las crías tienen lesiones en la piel. Todavía se desconocen las causas de las muertes pero, según aclararon, no están relacionadas con la pesca predadora de delfines que históricamente se ha registrado en la bahía.
“Todos los cuerpos serán sometidos a necropsia y a estudio veterinario para que podamos entender lo que está ocurriendo”, afirmaron desde la página de Facebook del Instituto Boto Cinza, la cual relata que viene recogiendo hasta cuatro o cinco delfines muertos al día.