Este jueves, los representantes de los veintiocho Miembros Estado han pactado con la Cámara Europea un acuerdo común para comprometerse a reducir un 30% de las emisiones no consideradas como industriales. Estas incluyen las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la construcción, el transporte, la agricultura, la gestión de los residuos y la agricultura. En este contexto, el gobierno español se comprometió a reducir las emisiones de CO2 un 26% para 2030.
Dichas metas se establecieron a partir de un cálculo sobre las estadísticas como el PBI per cápita para garantizar una distribución igualitaria entre los diferentes Estados miembro que son responsables del 60% de las emisiones continentales. Y por eso, Luxemburgo y Suecia deberán reducir un 40%, Dinamarca y Finlandia, un 39%, Alemania, un 38%. Gran Bretaña, al igual que Francia, 37 % y así progresivamente.
El pacto todavía debería ser confirmado en la Eurocámara y el Consejo. Su objetivo será promover la meta más ambiciosa: que la Comunidad Europea en conjunto reduzca un 40% de emisiones para 2030.