A pesar de que Singapur es uno de los lugares del mundo donde es más caro comprarse un coche (si es importado las tasas pueden superar un 40% del precio) y de que se extienden permisos y habilitaciones solo por diez años, ya se habían impuesto cuotas para evitar los atascos masivos que ocurren en otras ciudades asiáticas.
Sin embargo, a partir del año que viene el gobierno de esta isla estado asiática, donde actualmente viven más de 5,6 millones de personas, ha decidido limitar de manera drástica el número de vehículos que transitarán por su distrito federal.
De esta manera, a partir de 2018 solo podrán circular por sus calles el transporte público porque los coches particulares estarán vetados. Esta medida continuaría la política gubernamental de promover el aumento de pasajeros, así como la expansión de su red de transporte público que incluye una red de metro en la que se planea invertir 28 billones de dólares en los próximos cinco años.
El crecimiento del número estadístico de automóviles y motocicletas se reducirá al 25 por ciento anual hasta febrero de 2018, cuando se prohibirá por completo su circulación según la información brindada por Autoridad de Transporte Terrestre (Land Transport Authority). Además, esta agencia gubernamental sostuvo: “A causa de nuestros límites territoriales y a otras necesidades urgentes, hay muy poco margen para una probable ampliación de la red de carreteras”