La Amazonía brasileña es el bosque tropical más grande del mundo pero la actividad humana amenaza esta joya de la biodiversidad. En un principio se estimaba que la minería talara un 1% o un 2% de bosque amazónico pero la deforestación ha sido 12 veces mayor en las áreas que rodean las minas. Esto significa que no sólo afectará a las especies sino que también influirá en el clima.
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE), el problema no para de crecer. Entre agosto de 2015 y julio de 2016 la tasa de deforestación aumentó un 29% debido a la ganadería, la agricultura y, ahora también, la minería.
Esta actividad está destruyendo más extensión de lo que se pensaba. Un estudio publicado en Nature Communications asegura que la explotación minera fue responsable de, aproximadamente, el 10% de la deforestación de la Amazonía entre 2005 y 2015. Para ello, los investigadores observaron durante diez años los cambios en el paisaje que rodea las 50 minas más grandes de la Amazonía.
La autora principal e investigadora del Instituto Gund de Medio Ambiente de la Universidad de Vermont, Laura Sonter, aseguró: “los resultados muestran que la minería es una causa sustancial de la pérdida de bosques amazónicos. Las estimaciones previas atribuían un 1% o 2% de la deforestación a la minería y alcanzar el 10% es alarmante”.