La temperatura de los océanos no para de aumentar. Es lo que revela un análisis detallado del llamado contenido de calor oceánico (OHC), uno de los indicadores más importantes del calentamiento global.

Wang Gong-jie, de la National University of Defence Technology, ha sido el responsable de este análisis exhaustivo publicado en Climate Dynamics Xataca Cienciay del que se hace eco el portal. Los datos se han obtenido a través de la colocación de sensores de temperatura de alta calidad posicionados a través de los océanos.

El mayor aumento de temperatura se registra a menos de 100 metros de profundidad en el Océano Atlántico y el Océano Austral, y entre 100 y 300 metros de profundidad en el Pacífico y el Océano Índico.

Al dañar los hábitats de los peces y desplazar especies hacia aguas más frías, el calentamiento de los océanos afecta a las poblaciones de peces en algunas zonas, y podría reducir las capturas de las pesquerías en las regiones tropicales. Es uno de tantos efectos secundarios nocivos de este aumento de temperatura, como la reducción de la biodiversidad.