Actualmente los arrecifes de coral, tanto los de la Gran Barrera australiana como los de Seychelles en las costas orientales de África, están en peligro de desaparecer por completo. De acuerdo con un estudio publicado por la UNESCO, y del que informa el portal Ecoosfera, esta extinción tendrá lugar a mediados del siglo, y podrá revertirse a menos que se reduzcan en cantidades suficientes las emisiones de carbono para disminuir los efectos del calentamiento global sobre los océanos.
La extinción de los arrecifes, principalmente los de las 29 áreas de arrecifes Patrimonio Mundial, comenzará –y en algunos casos continuará– con una decoloración grave por década, dejando en vulnerabilidad a todos los sistemas de arrecifes del planeta. De acuerdo con la UNESCO, esto “matará rápidamente a la mayoría de los corales presentes e impedirá una reproducción exitosa, necesaria para la recuperación de los corales”. Se trata de una situación que, en palabras del experto en arrecifes de la Administración Nacional Océanica y Atmosférica –NOAA, por sus siglas en inglés– y autor principal del informe, Mark Eakin, “hemos llegado al punto en el que actuar es algo esencial. Es urgente”.
Los arrecifes, también denominados como selvas tropicales de los océanos, ocupan menos del 1% del lecho oceánico, sin embargo, fungen como hábitat para más de un millón de especies y 1/4 de los peces del planeta. Además, actúan como protectores de las costas contra la erosión provocada por las tormentas tropicales y el aumento del nivel del mar. De modo que, según Ruth Gates, directora del Instituto hawaiiano de biología marina en Kaneohe, Hawái, “es terrorífico pensar en las repercusiones de la pérdida a gran escala y a nivel global de los arrecifes. La reducción de los suministros de alimentos, la falta de protección en las costas a medida que los arrecifes desaparecen y la erosión del suelo subsiguiente harán que algunos lugares sean inhabitables y que las personas se vean obligadas a desplazarse. Por no mencionar la desaparición del turismo relacionado con los arrecifes”.
De modo que los especialistas consideran alarmante que en los últimos tres años, 25 arrecifes –3/4 de los sistemas de los arrecifes del mundo– han experimentado fenómenos de blanqueo cada vez más graves. Por ejemplo, la Gran Barrera de Coral ha sufrido un blanqueo grave que ha marcado significativamente la biodiversidad de la región, así como las Seychelles, en Nueva Caledonia, afectando a Australia, Hawai y Flórida.
Los investigadores de la UNESCO continúan alarmando al respecto, “incluso los modelos más rudimentarios de hace dos décadas predijeron el tipo de daño en los arrecifes que estamos presenciando en la actualidad. Si lo que proyectaron los modelos de entonces ha empezado a hacerse realidad, incluso con todos los problemas que tenían entonces deberíamos tener fe en la ciencia tras las proyecciones actuales. Y esas proyecciones dicen que si no actuamos, habrá muchos impactos graves».