Los cambios en la temperatura del mar afectan a los peces de las islas Medes -una reserva marina situada frente a la costa de L’Estartit (Girona)-, especialmente a la especie de los dentones, un voraz depredador de los hábitats marinos y de gran interés económico en pesquerías, tal y como informa El Periódico.
Según un estudio de la Universidad de Barcelona (UB) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica la revista «Scientific Reports», con el calentamiento global, si el dentón cambia las zonas marinas donde se alimenta por culpa del cambio de temperatura, todo el ecosistema costero se verá afectado.
El movimiento del dentón, un pez que vive en fondos rocosos y praderas marinas del Mediterráneo y el Atlántico, está influido por los cambios en la temperatura oceánica, según el estudio, firmado por expertos de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio), del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), del Centro Oceanográfico de Baleares (COB-IEO), y de los Laboratorios Marinos de Moss Landing (EEUU).
El dentón (Dentex dentex) es un depredador voraz y agresivo que se alimenta de peces, cangrejos y cefalópodos, tiene un papel clave en el funcionamiento de los ecosistemas bentónicos marinos y es una especie de gran valor económico en pesca comercial y deportiva.
«Conocer los patrones de movimiento del dentón es clave para entender mejor la biología y ecología, así como para determinar el papel de las reservas marinas en la recuperación de la biomasa», ha explicado el profesor de Ecología de la UB Bernat Hereu.
Los expertos han estudiado las poblaciones de dentones en las islas Medes con técnicas de telemetría acústica, basadas en emisores acústicos que emiten señales de forma periódica.
Las señales, captadas por una red de receptores sumergidos en la zona de estudio, cubrían todo el rango del movimiento de los peces y tras más de quince meses de investigación, pudieron registrar, en intervalos de dos minutos, la posición y profundidad de los peces marcados en el estudio.
Eneko Aspillaga (UB-IRBio y CEAB-CSIC) ha explicado que «el estudio revela un patrón muy claro del desplazamiento de los dentones según la temperatura del agua. Durante el invierno, la temperatura -de unos 12º C- no varía en toda la columna de agua, y los dentones se mueven en un rango de profundidad de entre 10 y 40 metros, sin ningún patrón determinado».
«El patrón térmico de las masas de agua en las Medes -según Aspillaga- es el típico del Mediterráneo noroccidental. A partir de abril, la superficie se empieza a calentar, y entre los meses de mayo y junio, se forman dos masas de agua bien diferenciadas: las superficiales, calientes y de menor densidad, y las aguas más profundas y frías, separadas por una frontera que se llama termoclina».
«Cuando la termoclina está formada en verano, los dentones sólo se distribuyen por encima de este límite, independientemente de la profundidad en que se encuentren», ha detallado.
Como el dentón tiene una temperatura interna que depende completamente del medio, lo que hace es desplazarse por la columna de agua hasta encontrar temperaturas más calientes y óptimas para su fisiología, en especial durante el verano, cuando es más activo.
El crecimiento poblacional del dentón, observado en zonas protegidas y en zonas de pesca en las Medes, también se podría explicar por el aumento de la temperatura del mar, más de 0,5º C en los últimos 30 años en la zona.