Al menos 26 personas han muerto de hambre en el sur de Somalia en un día y medio debido a la falta de alimentos provocada, principalmente, por la grave sequía que sufre el país, informaron hoy las autoridades regionales.
Según afirmó el responsable de Interior de la administración interina de la región de Jubaland, Mohamed Hussein, «la severa sequía ha matado al pueblo en un lapso de 36 horas» entre el domingo y el lunes.
«La gente en esas áreas necesita ayuda de emergencia», aseveró Hussein, quien recordó que cientos de familias se han visto obligados a desplazarse hasta la capital, Mogadiscio, en busca de ayuda.
En las zonas más castigadas por la sequía, que además están controladas por el grupo terrorista Al Shabab, los cultivos están aniquilados y el ganado ha muerto, lo que ha forzado a las comunidades a vender sus pertenencias y a prestarse dinero para comprar alimento.
Somalia, al igual que otros países de la región, se enfrenta a una devastadora sequía que puede dejar a 6,2 millones de personas (la mitad de la población) con necesidad de ayuda humanitaria.
La ONU alertó a principios de este mes que unos 185.000 niños pueden morir en Somalia, que se encuentra al borde de una hambruna, si no reciben atención médica inmediata para tratar su avanzado estado de desnutrición.
Un millón de niños menores de cinco años pueden sufrir malnutrición aguda si la situación de hambre, agravada por el aumento de enfermedades relacionadas con la sequía, como diarrea aguda y cólera, no se revierte.
El secretario general de la ONU, António Guterres, que estuvo de visita «de emergencia» en el país el pasado 7 de marzo, urgió a actuar de inmediato para evitar que la grave sequía que afecta al país derive en una nueva hambruna como la ocurrida en 2011, cuando murieron unas 250.000 personas.
Fuente y fotografía: El Diario