Si nos remitimos a proyectos aislados donde esto ya ocurría, como sucedió hace unos años en una subasta especialmente competitiva en el Medio Oriente, que tenía costos récord de energía solar barata, la nueva realidad podía intuirse.
Pero ahora la energía solar no subsidiada está comenzando a competir con el carbón y el gas natural en una escala mayor y en particular, los nuevos proyectos solares en los mercados emergentes cuestan menos en promedio, que los proyectos que emplean otro tipo de fuentes.
Por primera vez, los precios de la energía solar han caído por debajo de los de la eólica, dado que los costos de los paneles solares están cayendo más rápido que los de aerogeneradores. Esto era previsible, pero los expertos no imaginaban que sucedería tan pronto.
«La inversión solar ha pasado de la nada, literalmente nada, como sucedía hace muy pocos años, a unas cantidades muy importantes de dinero», dijo Ethan Zindler, jefe de análisis de políticas de BNEF (Bloomberg New Energy Finance).
Y añadió que: «gran parte del mérito de esta nueva etapa se debe a China, que ha estado investigando e invirtiendo en energía solar y lo ha hecho nos solo de fronteras adentro, sino que se ha ocupado de ayudar a otros países a financiar sus propios proyectos.”
La mitad del precio del carbón
La energía solar a nivel mundial ha tenido una suba significativa durante el presente año. Las subastas, en las que las empresas privadas compiten por contratos masivos de suministro de electricidad, establecen récord tras récord de energía solar barata.
El primero fue un contrato que se firmó en enero para producir electricidad a 64 dólares por megavatio hora en la India, luego se llegó a un acuerdo en agosto, que fijó el costo del megavatio hora en Chile en 29.10 dólares, una cifra que es aproximadamente la mitad de lo que le cuesta al país andino producir con carbón.
Esos son contratos nuevos, pero hay un montón de proyectos que ya funcionaban y deben tomarse en cuenta. Cuando todos los proyectos de 2016 se contabilicen en los próximos meses, es probable que la cantidad total de energía solar fotovoltaica añadida a nivel mundial, supere la del viento por primera vez.
Las últimas proyecciones de BNEF estiman que podrían alcanzar los 70 gigavatios la potencia de energía solar recién instalada en 2016, en comparación con los 59 gigavatios que provienen de parques eólicos.
El cambio general a la energía limpia es más caro en las naciones más ricas, donde la demanda de electricidad es plana o está en descenso y la nueva energía solar debe competir con las plantas de carbón y gas existentes.
Pero en los países de economías emergentes, que están agregando nueva capacidad eléctrica lo más rápidamente posible, la energía renovable sin subsidios superará cualquier otra tecnología, en la mayor parte del mundo.
Climatoscope
El informe de BNEF, llamado Climatescope, clasifica y perfila los mercados emergentes por su capacidad de atraer capital para proyectos de bajo consumo de carbono. Los mayores puntajes fueron para China, Chile, Brasil, Uruguay, Sudáfrica e India.
En cuanto a la inversión en energías renovables, los mercados emergentes han tomado la delantera sobre los países que integran la Org. para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), gastando casi 150.000 millones de euros en 2015, en comparación con los 140.000 millones de los países ricos.
Las tasas de crecimiento de las energías limpias son más altas en estos estados, por lo que es probable que sigan siendo los líderes en la producción de energías verdes quizá indefinidamente, especialmente ahora que se han puesto de acuerdo para establecer objetivos comunes en cuanto a producción no contaminante.
Punto de inflexión
El mundo pasó recientemente por un punto de inflexión y está apostando más por las energías limpias cada año que, por el carbón, el gas natural y el aceite combinados. El máximo consumo de combustibles fósiles para generar electricidad podría alcanzarse dentro de la próxima década.
Sin embargo, un crecimiento real en la producción de energías eólica y solar llevará tiempo y los combustibles fósiles siguen siendo la opción más empleada por las naciones que ya tiene grandes inversiones en infraestructura, aunque la tendencia comienza a revertirse.
En cambio, para las naciones en desarrollo que aún dependen de generadores con altos costes de mantenimiento o que no tienen electricidad en absoluto y para aquellos que viven en ciudades contaminadas por el smog, el cambio a las energías renovables es la opción más limpia y menos costosa.
Fuente: Ecoticias