La suma de años de sequía está poniendo en una situación muy difícil a los agricultores almerienses que se dedican a cultivos de secano como el cereal o la almendra y, por añadidura, a los ganaderos que además de no disponer de pastos, tampoco pueden recurrir a los cereales para alimentar a sus animales adecuadamente.
Los datos que se van conociendo no hacen sino confirmar lo que para organizaciones agrarias como Upa o Coag es una situación “catastrófica” para cientos de productores y de ganaderos que en el momento actual no saben cómo poder mantener las producciones e incluso cómo salvar los árboles de una muerte cierta.
El cereal
El sector más afectado es, un año más, el de los cereales, que este año volverán a sufrir una merma que se calcula en torno al 50 por ciento en toda la provincia y en porcentajes mayores en la comarca de Los Vélez.
Los cálculos se han realizado en base a los partes de pérdidas presentados por los propios agricultores y también a los datos y las valoraciones que realizan los especialistas de Agroseguros, que coinciden en señalar la pérdida de la mitad de la cosecha en zonas cerealistas.
La secretaria provincial de la Unión de Pequeños Agricultores aporta un problema añadido y es que, por la falta de agua para riego, “el peso específico del grano es menor de lo normal, lo que supone que la merma en peso de la cosecha es aún mayor”.
Cereal para ganadería
Ese problema se traslada inevitablemente a la ganadería ya que prácticamente el cien por cien del cereal que se produce en la provincia tiene como destino la alimentación animal. Privados de ese grano, y con la escasez añadida de pastos en los montes, “los ganaderos se ven obligados a comprar piensos convencionales, notablemente más caros, lo que los está colocando en una situación muy difícil”, explica Francisca Iglesias.
Agua para beber
Pero la sequía no es sólo un problema para la producción de cereales; los ganaderos deben hacer frente también a la escasez de agua para dar de beber a sus animales. Desde Upa, con fuerte presencia en este sector, aseguran que las fuentes y los arroyos están este año más secos que nunca “porque las lluvias se han quedado en un 30 por ciento de un año hidrológico normal”, y ello está obligando a comprar cubas de agua “pero por cada cuba de 25 metros cúbicos tienen que pagar 90 euros, y en explotaciones de porcino consumen una cada cuatro días, un coste insoportable teniendo en cuenta los bajos precios que les pagan por la carne o la leche”.
Almendros
La situación no es mucho mejor en la almendra. El último informe elaborado sobre la estimación de la producción para este año, por parte de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos de (Coag), indica que Almería es la provincia con un mayor descenso en la cosecha de almendra, en torno a un 33 por ciento menos que el año anterior, cuando ya fue baja por la falta de agua.
Desde Upa inciden en el dato y señalan que además de la sequía, las altas temperaturas han provocado daños como los de las heladas (por la floración temprana que se produjo), la plaga de pulgón incluso en invierno, y la del gusano cabezudo, que busca refugio en los troncos de los almendros ante situaciones de sequía extrema.
Fuente y fotografía: La voz de Almería