Estaba cantado que el Mar Menor iba a disfrutar este año de un dudoso honor: formar parte del Ranking Banderas Negras de Ecologistas en Acción, el repaso anual de esta organización conservacionista a las zonas costeras españolas en peor estado. Con una altísima concentración de nitratos y las diferentes administraciones tomando medidas a toda prisa para mejorar la calidad de sus aguas, la ONG ecologista no ha dejado pasar el mal momento que atraviesa la laguna salada más grande de Europa para llamar la atención sobre la mala gestión de un espacio natural blindado con hasta cinco figuras de protección. Que no han servido para evitar que en estos momentos sea una gran sopa verde.
Ecologistas en Acción contrapone sus Banderas Negras a las Banderas Azules que premian la buena calidad y los servicios de las zonas de baño, unos galardones «poco realistas» que, aseguran, «nada tienen que ver con un buen estado ambiental» de las playas. Murcia, con dos banderas negras, es una de las comunidades menos señaladas en el informe. Las que peor paradas salen son Andalucía (diez), Valencia y Galicia (seis cada una).
Este es el diagnóstico que hace Ecologistas en Acción del Mar Menor: «Mala ordenación del territorio; mala regulación de las actividades socioeconómicas; mala gestión de los usos permitidos en la laguna; exceso de urbanización de sus riberas; artificialización de la laguna; dragados y ‘regeneraciones’ de playas artificiales y naturales; exceso de puertos, amarres y embarcaciones; mala gestión de los vertidos a sus aguas; eliminación de humedales; falta de decisión en el control de especies invasoras; escasa voluntad de gestión de las especies amenazadas…».
Sin planes de gestión
El informe carga también sobre la falta de instrumentos de planificación para un espacio sobreprotegido en el papel, carencia que achaca a la mala gestión ambiental de las últimas décadas y también a la oposición de las organizaciones empresariales. Está previsto que el plan de gestión de Red Natura 2000 sea expuesto a información pública la semana que viene. Por segunda vez, ya que la primera versión del documento ha sido reelaborada durante todo un año después de las protestas de la patronal de Cartagena.
Ecologistas en Acción recuerda el catálogo de problemas ambientales derivado de la presión que la actividad humana ha ejercido sobre la laguna y sus valores naturales en las últimas décadas: «Degradación paisajística y de los ecosistemas asociados a la laguna salada; empeoramiento de la calidad de las aguas; exceso de nutrientes y contaminantes en agua y sedimentos; explosiones periódicas de poblaciones de algunas especies como medusas; merma de poblaciones de especies singulares como el caballito de mar, etc.».
Y concluye que el Mar Menor es «una joya natural que, bien gestionada, podría ser un gran activo para este territorio, pero que cada vez se encuentra más degradada y amenazada debido a la pésima gestión y falta de coordinación de las diferentes administraciones implicadas».
La bandera negra a la bahía de Portmán se justifica por los vertidos de los residuos mineros –zinc, plomo y cadmio, entre otros– que han hecho de este enclave litoral el punto más contaminado del Mediterráneo. Ecologistas en Acción calcula que Portmán acumula el 93% de todos los vertidos en el Mediterráneo español. «Es un caso claro de privatización de las ganancias y socialización de los costes», aseguran en el informe. El inicio de la descontaminación de la bahía es inminente una vez adjudicado el contrato público a la empresa Marco-Ciomar, después de un accidentado proceso que va a ser recurrido por Acciona.
Fuente y fotografía: La Verdad