Tras tres años de investigación, el proyecto europeo DIGESMART, de carácter demostrativo, ha logrado gracias al desarrollo de una innovación tecnológica en el proceso de digestión anaerobia, la recuperación de nutrientes del digerido de plantas de biogás para obtener fertilizantes a un precio competitivo. Este proyecto supone una solución que permite valorizar el digerido obtenido de las plantas de biogás agroindustrial, transformándolo en fertilizantes, lo que posibilita dar salida a su tratamiento.
El digerido es el subproducto que resulta de la digestión anaerobia de biomasa en los procesos de obtención de biogás y es rico en algunos nutrientes tales como el nitrógeno, fósforo o potasio. No obstante, la correcta gestión del digerido entraña ciertas dificultades. Este proyecto proporciona una solución a las necesidades de los operadores de plantas de biogás, tanto en términos de capacidad, como de superficie disponible de aplicación y costes de tratamiento.
Permitirá además mejorar la operación y aprovechamiento agrícola del digerido de dichas plantas. En concreto, con la planta demostrativa del proyecto, construida en Gante (Bélgica), se ha logrado a un precio competitivo, mediante un proceso de stripping y absorción posterior, la producción de nitrato amónico en forma líquida, a partir de la fracción líquida de digerido de plantas de biogás agroindustrial. Con este nitrato amónico, se han conseguido resultados óptimos en las pruebas realizadas entre otros, en cultivos de maíz.
En estos ensayos se obtuvieron resultados de rendimiento similares, en cuanto a producción de cultivos y residuos de nitratos, a los obtenidos en producciones tratadas con fertilizantes artificiales. En la actualidad, existe una doble dificultad con el uso de digerido de plantas de biogás puesto que, por un lado, implica elevados costes de transporte en áreas con una gran densidad ganadera y por otro, el valor económico de su utilización es bajo. Además, los agricultores requieren cantidades cada vez más significativas de fertilizantes artificiales para el crecimiento de sus cultivos agrícolas.
Así, DIGESMART ha logrado mejorar la valorización de los efluentes de la digestión anaerobia (digerido), minimizar, en volumen, la aplicación de digerido y valorizar económicamente los nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio, entre otros). Con este proceso es posible reducir el consumo de combustibles fósiles y la huella de carbono asociada a los fertilizantes artificiales o de síntesis química. La propuesta consiste en el tratamiento y reciclaje del digerido para producir fertilizantes Ahorro en el almacenamiento y distribución del digerido.
Según los cálculos realizados por la Universidad de Turín, el ahorro anual en la distribución del digerido para una instalación de biogás que cuenta con 380 ha de terreno para aplicar el digerido, podría llegar a suponer hasta 90.000 euros. Para los operadores de plantas de biogás supone además menor necesidad de espacio de almacenamiento del digerido, por tanto, menores costes en las instalaciones de almacenamiento y un incremento en la sostenibilidad económica de plantas de biogás, de pequeño y mediano tamaño; debido a la reducción de los costes de tratamiento de digerido y, en algunos países, ingresos adicionales por el aprovechamiento del calor obtenido en la planta de biogás para el acondicionamiento del digerido. Actualmente, se aplica el digerido producido por plantas de biogás sobre tierras de cultivo, no obstante, debido a la concentración de NPK (nitrógeno, fósforo y potasio), en algunas regiones europeas contribuye a la contaminación del suelo y el agua.
La propuesta de DIGESMART consiste en el tratamiento y reciclaje del digerido para producir fertilizantes NPK a partir de fuentes renovables, reduciendo el impacto medioambiental del sector agrícola. Asimismo, una disminución del consumo de combustible fósil y de las emisiones de transporte, debido a la concentración de los efluentes y el volumen a transportar, y una mejora de la eficiencia energética de las plantas de biogás. En el proyecto europeo DIGESMART, coordinado por Biogas-E (Bélgica), han participado como socios tecnológicos Ainia (España), Detricon (Bélgica), DEIAFA-UNITO (Italia) y SATA (Italia).
Fuente: Econoticias