¿Has probado alguna vez las algas? Es un alimento muy extendido en Oriente pero que a los occidentales nos puede resultar un tanto extraño. Yo hace unos meses las probé y cada vez las incluyo más en la dieta debido a los múltiples beneficios que tiene.
Existen varios tipos de algas
Seguro que cuando oyes la palabra alga lo primero que te viene a la mente son esas cosas verdes que te encuentras en la playa y que no resultan muy agradables de tocar. Sin embargo, existe una amplia variedad de algas comestibles. A priori, puede resultar poco atractivo a la vista y es posible que no te llamen mucho la atención, pero si se cocinan bien pueden estar muy ricas.
Una muy utilizada es la wakabe, que se incorpora a algunos purés y que se puede tomar remojada o deshidratada. Si te atrae la segunda opción, lo habitual es tostarlas y comerlas como si fueran copos. Otra variedad de alga es la kombu, que es rica en minerales y también se incorpora a los purés o sopas. La nori es un alga roja que se suele tostar y picar para añadirla en polvo a algunos guisos. Y sí, la nori es también el alga que se utiliza para preparar sushi.
Se comen desde hace miles de años
Las algas son un alimento que está incorporado a la dieta del ser humano desde los comienzos de la humanidad. Sin embargo, no ha sido hasta hace pocos años que ha llegado a países como España. Los expertos consideran que es un alimento muy sano y que aporta infinidad de sustancias beneficiosas a tu organismo. Entre las sustancias que aportan las algas a tu organismo están minerales, como el hierro, el calcio o el yodo, y vitaminas A, C y E. El yodo es muy importante para los temas relacionados con la tiroides y su correcto funcionamiento, por lo que las algas son muy recomendadas por los médicos para los casos de hipotiroidismo.
También poseen fibra, proteínas y muy poca grasa, lo que hace que sean un alimento completo y muy útil. Un beneficio adicional de las algas es que algunos tipos tienen también propiedades medicinales, ya que ayudan a reducir el colesterol en sangre o los niveles de glucosa. Incluso algunas funcionan como anticoagulantes.
Si todavía no has probado las algas, ¡anímate y prepara alguna receta con ellas!
Fuente y fotografía: Aqua