El presidente de Abengoa, José Domínguez Abascal, ha remitido una comunicación vía correo electrónico a los trabajadores en la que les informa de que la empresa no dispone actualmente de liquidez para pagar las nóminas de febrero.
Según ha confirmado a Efe el dirigente de la federación provincial del metal de CCOO Juan Antonio Caravaca, los trabajadores han recibido dicha comunicación, en la que también se les dice que la empresa intentará resolver este problema en «breves días». Tengan fe y confianza en la dirección de Abengoa Igualmente, Domínguez Abascal les pide que «tengan fe y confianza en la dirección de Abengoa».
Igualmente, Domínguez Abascal les pide que «tengan fe y confianza en la dirección de Abengoa».
Es la tercera comunicación vía correo electrónico que Abengoa, en preconcurso de acreedores, ha remitido en los últimos meses a sus trabajadores para informarles de las dificultades financieras para abonar las nóminas, la última en enero, aunque finalmente pudo pagar a tiempo gracias a un crédito bancario.
El dirigente de CCOO ha sostenido que esta comunicación confirma las «dificultades financieras y la falta de perspectiva de futuro» de Abengoa y ha exigido a la dirección que «acabe con el oscurantismo y desvele cuál es el futuro de la compañía».
Asimismo, ha indicado que desde que aprobó el plan de viabilidad de Abengoa se ha iniciado un proceso de negociación con los bancos y con los acreedores que genera «incertidumbre y preocupación» entre los trabajadores.
Ante esta situación, CCOO reunirá el próximo 4 de marzo en Sevilla a los delegados de este sindicato en las empresas del grupo Abengoa para estudiar la posibilidad de convocar movilizaciones.
El retraso en el pago de las nóminas se explica por la falta de liquidez de la compañía, especialmente en España, ya las sociedades en el exterior que todavía tienen caja sí abonarán los salarios, según han indicado a Efe fuentes conocedoras de la situación.
La falta de liquidez fue precisamente uno de los factores que, junto al endeudamiento, arrastraron a la compañía al preconcurso de acreedores.
A finales de 2015, la compañía llegó a un acuerdo con la banca acreedora para recibir un préstamo por 106 millones de euros con el que hacer frente a sus pagos urgentes, fundamentalmente con trabajadores y proveedores, y que estaba respaldado con acciones de su filial cotizada en los Estados Unidos Abengoa Yield.
Posteriormente, en enero, el grupo inició negociaciones con los fondos de inversión tenedores de bonos para que le facilitaran una nueva línea de liquidez de alrededor de 165 millones de euros, una cantidad suficiente para afrontar el resto del preconcurso.
Estas negociaciones se han dilatado en el tiempo, fundamentalmente debido al desacuerdo de la banca, ya que los bonistas pedían la mitad de las garantías de Abengoa Yield y un interés del 25%.
Además, la negociación de la línea de liquidez se ha entrelazado con las conversaciones para la reestructuración industrial y financiera de la compañía, un acuerdo que, según fuentes conocedoras del proceso, debería alcanzarse antes de mediados de marzo.
Una vez cerrado el pacto con banca y bonistas es necesario abrir un periodo de requerimiento con otros acreedores y, posteriormente, otro de adhesiones, que deberán conducir a un acuerdo final antes del 28 de marzo para evitar el que sería el mayor concurso de acreedores de la historia de España.
Al mismo tiempo, el desbloqueo de la línea de liquidez con los bonistas permitiría abonar las nóminas retrasadas.
Abengoa cuenta actualmente con una plantilla de unos 24.000 trabajadores, de los que alrededor de 6.500 están en España.
Fuente y fotografía: 20 minutos