Fue hace tres años -en 2013- cuando dos jóvenes investigadores, pertenecientes al Laboratorio de Ecología de la Universidad de Los Lagos (ULagos), decidieron realizar actividades de monitoreo sobre poblaciones de aves y mamíferos marinos en un sector que la mayoría de la gente ha visto desde lejos, pero que definitivamente muy pocos conocen.
Se trata de las islas Caicuras (seis piedras en mapudungun), un pequeño grupo de islas e islotes rocosos que contienen un importante patrimonio natural, único para el seno Reloncaví, debido a que brindan refugio y alimentación a diversas especies, considerando la alta productividad marina que posee dicho ecosistema. Las pequeñas islas se ubican en la salida del estuario de Reloncaví frente a Caleta La Arena, localidad distante a 45 kilómetros de Puerto Montt, en la Región de Los Lagos.
Luego de diversos estudios y trabajos en terreno los biólogos marinos de la ULagos, Jaime Cursach y Jonnathan Vilugrón, determinaron que en las “Caicuras” nidifican al menos nueve especies de aves marinas. El gaviotín sudamericano (Sterna hirundinacea); el pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus); el cormorán de las rocas (Phalacrocorax magellanicus); el lile (Phalacrocorax gaimardi); el cormorán imperial (Phalacrocorax atriceps); la gaviota dominicana (Larus dominicanus); el pilpilén (Heamatopus palliatus); el pilpilén negro (Heamatopus ater) y el pato quetro no volador (Tachyeres pteneres).
Además, en estas islas coexisten especies de mamíferos marinos que utilizan este lugar para descansar y reproducirse, tal como ocurre con el lobo marino (Otaria flavescens) y el elefante marino (Mirounga leonina). De igual forma, en las islas Caicuras transitan grupos de delfines australes (Lagenorhynchus australis), orcas (Orcinus orca) y ballenas, que han sido observadas por los pescadores artesanales del lugar.
Jaime Cursach, doctor (c) en Ciencias, mención Conservación y Manejo de Recursos Naturales, manifiesta que “realizar este trabajo ha sido un descubrimiento fascinante, ya que las islas se ubican en una zona donde se genera un ‘mega ecosistema’. Es un sitio con alta diversidad relativa de aves marinas nidificando en el lugar y llevamos tres temporadas consecutivas de monitoreo. Estamos seguros que nuestra obligación es transformar este sector en una fuente productiva que apoye la sustentabilidad de las familias que habitan en una de estas islas, así como también de los sectores de Caleta La Arena y Puelche”.
Por su parte, Jonnathan Vilugrón, magister (c) en Ciencias, Producción, Manejo y Conservación de Recursos Naturales, destaca que la labor “ha sido muy interesante, dado que en cada visita hemos ido sumando nuevas especies reproductivas y observando cambios de uso de las islas. Los monitoreos realizados hasta el momento nos permiten afirmar que las ‘Caicuras’ son un sitio relevante para la nidificación y conservación de aves y mamíferos del Reloncaví, probablemente el más importante de la zona”.
Amenaza al patrimonio natural
Pese a que las islas Caicuras aún permanecen bajo un cierto “anonimato” para la mayoría de los habitantes de la Región de Los Lagos, igualmente la conservación de su patrimonio natural se encuentra en peligro, principalmente debido a acciones del Hombre.
Las observaciones realizadas por los profesionales de la ULagos, han establecido dos principales amenazas para la conservación del patrimonio natural. Una de ellas es la presencia de aparejos y desechos (en su mayoría plásticos) de actividades relacionadas con pesca y acuicultura, tanto en playas como en el agua y en los nidos de las aves. Otro factor, lo constituye el desembarco de mascotas (perros y gatos) desde los botes de pesca que trabajan en las cercanías de las islas, animales que atacan a las aves nidificantes.
Con respecto al estado de conservación de las aves y mamíferos marinos presentes en islas Caicuras, hay especies consideradas con tendencias poblacionales decrecientes hasta algunas cercanas a la amenaza de extinción.
“La relevancia de esta investigación es que tomamos conciencia del valor patrimonial y socio-ecológico de este lugar a tiempo para protegerlo, aprender y conservarlo para las futuras generaciones. Es por ello que estamos haciendo un llamado público a tomar conciencia y cuidar estas islas. Pensamos que lo ideal sería convertirlo en un Santuario de la Naturaleza”, plantea Jaime Cursach.
Por su parte, Jonnathan Vilugrón advierte que “su conservación está amenazada principalmente dado que no existe una figura legal de protección que resguarde su patrimonio natural. Es importante que instituciones públicas y privadas (Ministerio del Medio Ambiente, municipalidades, ONG’s, universidades, entre otras) puedan coordinarse para conservar y proteger la biodiversidad y velar por una correcto uso del área”.
¿Cómo enfrentar la actual situación?
Las islas Caicuras constituyen el sitio de reproducción de aves y mamíferos marinos más importante del seno de Reloncaví, debido al alto número de especies y sus abundancias poblacionales.
La investigación realizada por los biólogos marinos de la ULagos pretende impulsar un programa de educación ambiental para las comunidades litorales de la Carretera Austral que aborde la relevancia de las islas Caicuras como sitio de reproducción y descanso. Este lugar podría convertirse en zona de interés turístico (ecoturismo o turismo de intereses especiales), lo que indudablemente contribuiría al desarrollo de la Región de Los Lagos, por medio de actividades productivas de turismo sustentable que garanticen la conservación de este espacio natural para las futuras generaciones.
Hasta el momento las islas Caicuras han permanecido en el anonimato, lo que ha contribuido a su conservación natural, pero ¿hasta cuándo estarán en esta condición?. Cursach y Vilugrón coinciden en que sería ideal “instaurar en estas islas la figura de protección de Santuario de la Naturaleza, lo que permitirá preservar las poblaciones animales que cada año las visitan para reproducirse, y así, garantizar su conservación para la educación ambiental y generación de polos productivos sustentables para las comunidades costeras vecinas a la Carretera Austral”.
Fuente y fotografía: Aqua