Con un alza de la temperatura terrestre de 5º C, la Humanidad podría quedarse sin oxígeno, según un estudio publicado este martes al margen de la conferencia del clima de París, aunque ese escenario debería poder evitarse gracias a las medidas ya adoptadas por la comunidad internacional.
«Hemos identificado otra consecuencia posible del cambio climático que puede ser potencialmente más peligrosa que todas las demás», explicaron dos investigadores de la Universidad británica de Leicester en un estudio publicado en el Bulletin of Mathematical Biology.
Gracias a un modelo matemático, los autores estiman que un calentamiento global de 6º C con relación a la era preindustrial podría detener la producción de oxígeno del fitoplancton, los organismos vegetales que viven en suspensión en el agua y que suministran dos tercios del oxígeno presente en la atmósfera.
«Eso significaría una desaparición del oxígeno del agua pero también del aire», concluye el equipo. «Si eso llegara a ocurrir, provocaría obviamente la muerte de una gran parte de las especies sobre la Tierra», agregan.
La comunidad internacional, reunida en París para una conferencia crucial sobre el clima, se fijó como objetivo limitar el calentamiento a 2º C con relación a la era preindustrial y debe ahora ponerse de acuerdo sobre las modalidades para lograrlo. Desde 1850, la temperatura de la Tierra ya aumentó más de 1º C.
De momento, las medidas anunciadas colocan a la Tierra en la trayectoria de un calentamiento de entre 2,7° C y 3,5° C. Y si realmente el mundo no hiciese nada para luchar contra el descontrol del clima, la columna de mercurio ascendería +4,8° C en este siglo, según el grupo de expertos de la ONU (IPCC).
«Podría haber pocas señales de aviso», explicó a la AFP el coautor del estudio Sergei Petrovskii. «Pero si superamos el umbral crítico» es decir 6° C, «iríamos rápidamente hacia una catástrofe».
Los autores precisan sin embargo que su modelo no incluye los efectos de ciertos procedimientos naturales como la circulación oceánica que podrían tener un impacto sobre los efectos del calentamiento.
Fuente y fotografía: Ideal