Las megasequías, periodos de aridez severa que duran décadas, podrían llegar a ser algo común en el suroeste de Estados Unidos si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, según un estudio publicado hoy por la revista «Science Advances».
Los investigadores determinaron que solo un aumento de la temperatura regional incrementa el riesgo de megasequía por encima del 70 %, 90 % o 99 % hacia el final de este siglo, en función de si las precipitaciones crecen moderadamente, no cambian o decrecen, respectivamente.
Si el calentamiento regional se mantiene por debajo de los dos grados centígrados, los riesgos de megasequía se mantendrán por debajo del 66%, según este estudio.
“Los resultados apoyan la idea de que las estrategias para frenar el cambio climático, como mayores reducciones de las emisiones, son críticas para reducir el riesgo futuro de megasequías”, indica el trabajo.
De esa manera, si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen en los niveles actuales pondrán en riesgo al suroeste de EEUU de sufrir megasequías, un fenómeno “extremadamente raro históricamente”.
Por el contrario, reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero podría, según el estudio, reducir el riesgo de megasequías en esa zona de EEUU a la mitad.
Una megasequía en el suroeste de EEUU en las décadas que vienen impondría “un estrés sin predecentes en los recursos de agua de la región”, alerta el trabajo.
“Estimar la probabilidad de una megasequía bajo diferentes escenarios de cambio climático es crítico para evaluar efectivamente el riesgo y manejar los recursos del agua”, agrega.
La investigación, un trabajo conjunto de varias universidades, se efectuó con un modelo hidroclimático regional que tiene en cuenta la humedad de la tierra y específicamente el equilibro entre la humedad de la tierra en la superficie en respuesta a los cambios tanto en la temperatura como en la cantidad de lluvia.
Fuente y fotografía: EFE Verde