Roma es la ciudad elegida para albergar el Centro África para el Clima y el Desarrollo Sostenible. Esta iniciativa de Italia, apoyada por la FAO y el PNUD, se centra en la agricultura climáticamente inteligente, el acceso al agua y en las mujeres y jóvenes rurales.
«No será posible modernizar la agricultura africana si no estimulamos a los jóvenes con otras opciones además de la migración”, dijo, añadiendo que “que necesitamos gente joven en las áreas rurales, necesitamos el desarrollo rural y no podremos tenerlo sin hacer frente a los desafíos del cambio climático», aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, al inaugurar el Centro Africa para el Clima y el Desarrollo Sostenible.
El Director General de la FAO subrayó también que las tasas mundiales de hambre están aumentando en varias partes de África: «si no intensificamos nuestras acciones en el Sahel, no cumpliremos la Agenda para el Desarrollo Sostenible ni la meta del Hambre Cero en 2030».
El Centro África para el Clima y el Desarrollo Sostenible ha sido establecido por el Gobierno italiano en asociación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la FAO. Facilitará el muy necesario intercambio de información y coordinación para tener mayor eficiencia y crear sinergias en toda África, desarrollar y ampliar soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible e implementar los objetivos de la Agenda 2030 y del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El desarrollo sostenible en África «es un pilar de la política exterior de Italia» y los desafíos compartidos -que incluyen la seguridad, la migración o el cambio climático- representan un «objetivo común», señaló el Primer Ministro italiano, Giuseppe Conte en la ceremonia de inauguración del nuevo centro, que según dijo, se enfocará inicialmente en la región del Sahel.
Hoy en día, África subsahariana es la región con mayor prevalencia de desnutrición, y los rendimientos agrícolas están muy por debajo de los obtenidos en otros lugares. Ello obedece a numerosas razones, como la carencia de infraestructuras y la falta de acceso a los mercados y al crédito. Los conflictos y el cambio climático también están teniendo graves consecuencias para las poblaciones rurales vulnerables.