El agua es uno de los recursos más importantes que posee el planeta, de hecho es tan importante que sin ella la vida no sería posible. Se podría decir que casi todo en el planeta depende del agua. La mayor parte de la superficie del planeta está cubierta de agua, nosotros mismos, los seres humanos, estamos compuesto de agua en nuestra mayoría. En los mares, ríos y océanos del planeta se encuentra también la mayor biodiversidad del planeta, y existen multitud de especies que aún ni se conocen.
El agua se puede encontrar en diferentes estados en la naturaleza, pero ni siquiera un 1% de agua del planeta es potable, y debe tratarse antes para el consumo humano. El agua es puede encontrar en estado líquido, en los ríos, los lagos, mares y, sobre todo, en los océanos. También existe agua en estado sólido, por ejemplo en os glaciares, o agua en estado gaseoso. Asimismo, un % del agua del planeta se encuentra bajo la superficie de la tierra, en aguas del subsuelo.
El agua es indispensable para la vida en todo los sentidos. Necesitamos agua para vivir, es un recurso necesario en multiples ámbitos: para la hidratación, la higiene o como elementos indispensable en numerosos procesos productivos, por ejemplo, hasta para fabricar papel se necesita agua.
El agua representa el 70% del peso de un adulto y el 80% del peso de un niño. Una pérdida del 10% puede producir graves alteraciones, e inclusive la muerte si el porcentaje alcanzara el 20%. La falta de agua o la ingesta de agua en mal estado es una de las principales causas de mortalidad en los niños en el tercer mundo. Se calcula que cada año mueren alrededor de 3 millones de niños en los países subdesarrollados a causa de infecciones provocadas por el agua contaminada.
El tema del agua no atrae la atención suficiente por parte de las instituciones internacionales: no es representada por un organismo específico. Cuesta creer que la mayoría de estos organismos se dedican a gestionar cualquier cosa, pero no le conceden al agua más importancia ni realizan casi ningún tipo de regulación para que todo el mundo tenga acceso al agua potable.
En muchos países en desarrollo, desde un 80% hasta un 90% del agua vertida en las costas son aguas residuales, es decir, desechos que no fueron debidamente tratados. La contaminación, relacionada con un crecimiento acelerado de la población en las zonas costeras, con las infraestructuras de saneamiento y con el tratamiento inadecuado de desechos, constituye una amenaza para la salud pública, para la vida silvestre y también para las fuentes de ingresos como pueden ser la pesca y el turismo.
Aunque el agua esté repartida de forma desigual, nuestro planeta dispone de recursos de agua dulce. Sin embargo, debido a las malas gestiones, a los recursos limitados y a los cambios medio ambientales, casi uno de cada cinco habitantes del planeta no tiene acceso al agua potable y el 40% de la población mundial no dispone del servicio básico de saneamiento. Esto fue lo expresado en el segundo Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el valor y el desarrollo de los recursos hídricos.
La falta de acceso al agua potable y al saneamiento conduce a la muerte de 8 millones de personas cada año y, por ende, representa la principal causa de mortalidad en el mundo, un desafío crucial para la humanidad.
Fuente y fotografía: El blog verde