Debido a la falta de oxígeno, más de 1.200 peces murieron el pasado miércoles en el acuario Sunshine en Ikebukuro (Tokio). Solo sobrevivieron 73 de los ejemplares que habitaban en el tanque de mayor capacidad del recinto. Los responsables del acuario explicaron que la defunción de los animales se debió a un problema técnico y se disculparon a través de un comunicado publicado en su página web.
En total murieron 1.235 peces de 24 especies diferentes entre los que se encontraban varios ejemplares de raya jaspeada. Suponen un 94% de todos los peces que habitaban en el tanque Sunshine Lagoon. Los supervivientes son 73 de 26 especies distintas que, según fuentes del recinto, ya están nuevamente en exposición al público.
El acuario Sunshine cuenta con 67 tanques de varios tamaños y es uno de los más importantes de Tokio. Tal como indicaron los trabajadores de dicho recinto, se dieron cuenta de que había un problema la mañana del 8 de noviembre al encontrarse con muchos peces muertos. Fue en ese momento cuando comenzaron a introducir oxígeno.
En un principio valoraban si el fallecimiento de los animales se debía al medicamento que echaron en el tanque para curar una enfermedad o que uno de los aparatos que suministraba oxígeno dejó de funcionar. Según las fuentes, la cantidad de oxígeno es la causa más probable de estos fallecimientos pues, tras analizar el agua, comprobaron que esta no tenía ningún problema.
Por su parte, los responsables del acuario están inmersos en el proceso de adquisición de nuevos peces y se comprometieron a contar con más aparatos suministradores de oxígeno.