El inusual hallazgo fue protagonizado por un grupo de científicos el lunes pasado mientras trabajan en Ceuta con el método de anillamiento (colocar anillas identificatorias en cada individuo de una determinada población) para estudiar poblaciones de aves Chagra en el monte Hacho. En consecuencia, la SEO de la  Sociedad Española de Ornitología (SEO)  ha informado a través de su página web del hallazgo un ejemplar de la especie Escribano Pigmeo. Una variedad de ave que no suele verse en tierras españolas.

Este descubrimiento es el primero de esta especie del que se tenga noticia en esta región de la península Tingitana. Desde fines de la década de los setenta hasta la fecha, por parte de ornitólogos y aficionados, se han registrado 256 especies, de las cuales 20, como la gaviota groenlandesa, el colimbo grande, la bisbita de Hodgson, o  el cuervo pío, al igual que el Escribano Pigmeo, se presumen “eventuales”.

Este ejemplar del Escribano Pigmeo es una ave diminuta, (sólo mide 13 centímetros de longitud) que durante el período de reproducción sobrevuela latitudes altas, desde Escandinavia hasta las costas siberianas e inverna sobre todo en China meridional. A pesar de que sus itinerarios migratorios sean, sobre todo, asiáticos, también se los ha visto en Europa del Norte. En la península se cuentan muy pocos hallazgos: únicamente uno en el siglo XIX, dos en los setentas y la cifra aumenta hasta 29 en las dos décadas que van desde 1984 hasta 2004. Entre ellas, tres han ocurrido en las cercanías de Gibraltar.