Las autoridades han elevado a 30 muertos la cifra provisional de víctimas en el sur de Texas por las inundaciones tras el paso del huracán Harvey, aunque reconocieron que probablemente el número subirá, dado que las labores de rescate continúan y está previsto que las lluvias duren al menos dos días más. Según informa el diario República, el alcalde de Houston, Sylvester Turner, ha impuesto el toque de queda para evitar nuevos saqueos en una ciudad, la cuarta más importante de Estados Unidos, anegada y con miles de habitantes recluidos en sus viviendas mientras el nivel del agua sigue subiendo tras desbordarse dos embalses.

Houston, con 6,5 millones de habitantes, seguía sufriendo ayer las constantes lluvias y las autoridades han informado de miles de desplazados. El agua cae con tal fuerza que los embalses de Barker y Addicks, cercanos a la ciudad, se han desbordado y forzado más evacuaciones.

En esta situación crítica, las autoridades han decretado el toque de queda desde la medianoche hora local hasta las 5.00 horas de este miércoles. Estarán exentos de cumplir con el toque de queda los trabajadores de emergencias, las personas en busca de refugio, los voluntarios y aquellos que vayan o vengan de sus trabajos, explicó el alcalde, que dijo que no hay otra razón para estar en las calles en esas horas.

Turner aclaró que el toque de queda tiene como objetivo “evitar robos y saqueos”. Por su parte, el jefe de la Policía de Houston, Art Acevedo, advirtió que los que violen el toque de queda serán detenidos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, viajó este martes al sur de Texas para evaluar los destrozos causados por el ciclón Harvey, del que dijo que ha alcanzado «proporciones épicas». «Es histórico, pero os digo que esto ha pasado en Texas y Texas puede superar cualquier cosa», sostuvo.