Aplicar los principios de la economía circular “no es más sencillo en pequeños municipios que en grandes ciudades”, pero los primeros son “puntos clave” para impulsarla, por su abundancia de residuos/recursos y por constituir un mejor observatorio para estudiar su revalorización y optimización.
Así lo cree Lucía Garabato Gándara, especialista del área de tecnologías del agua en el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), que ha desarrollado un sistema de monitorización para el proyecto Life CircRural4.0, capaz de recoger datos en tiempo real y proceder después a su tratamiento para facilitar la toma de decisiones en pequeñas y medianas estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) ubicadas en entornos rurales.
En este tipo de intalaciones urbanas, la recuperación de recursos “se lleva a cabo en la misma planta en muchas ocasiones” pero en las localidades de pequeño tamaño ubicadas en el campo “compuestos como el nitrógeno, el fósforo o la propia materia orgánica, que están muy presentes en el agua residual, suelen percibirse más como contaminantes que como recursos recuperables”.
El planteamiento de CircRural4.0 pasa precisamente por diseñar una gestión conjunta de aguas residuales y residuos “en este caso, de la industria agroalimentaria, para su posterior valorización” de manera que puedan convertirse en recursos apoyando así el desarrollo de la economía circular.
Se trata de una opción “innovadora” para el entorno rural, entre otros detalles porque es “de bajo coste” ya que puede ser instalada “de forma inmediata sobre las infraestructuras existentes”, lo que contribuye a su vida útil y mejora la eficiencia energética.
Aplicando la solución diseñada por ITG, es posible tener éxito en un proceso en el que “no sólo se obtiene un fango a partir del residuo, sino que también se extrae el fósforo y el nitrógeno para transformarlos en fertilizantes”.
Esta iniciativa está actualmente en pruebas en sendas plantas piloto ubicadas en Fregenal de la Sierra (Badajoz) y Charneca de Óbidos (región Centro de Portugal), que presentan sistemas de tratamiento “muy similares” y cuya monitorización responde a variables “que en su mayor parte son comunes, como los caudales, las demandas de oxígeno o los tiempos de funcionamiento”.
No obstante, cada planta tiene sus particularidades, por lo que los procedimientos a aplicar “tienen sus matices y eso nos permitirá hacer comparaciones y fomentar el intercambio de conocimientos entre ambos pilotos, teniendo en cuenta además que están instalados en países diferentes”.
La tecnología con la que trabaja ITG incluye conceptos y herramientas como el Big Data o el Internet de las Cosas que, para el manejo de una importante cantidad de datos, son “fundamentales a día de hoy, puesto que tratan grandes volúmenes de información y facilitan conclusiones al usuario de forma sencilla y comprensible”, además de permitir el acceso al usuario desde cualquier punto con conexión a Internet.
Este usuario necesita, por lo general, disponer de toda la información en un solo punto “para conocer en todo momento cómo está cada proceso y practicar un análisis, no sólo a nivel individual de cada planta, sino del sistema entero”.
Con este tipo de soluciones se puede trabajar en la aplicación de “un nuevo paradigma en la eficiencia de los recursos”, enmarcado dentro dela economía circular.