Una paradoja que ilustra la realidad planetaria actual: el equipo científico del barco rompehielos canadiense CCGS Amudsen ha decidido cancelar la primera etapa de la expedición 2017 para el estudio del Ártico debido al cambio climático, tal y como informa La Vanguardia.
En concreto, los responsables de este proyecto de investigación sobre el efecto del cambio climático en la región ártica de la bahía Hudson han considerado que el deshielo acelerado provoca condiciones son muy peligrosas para la navegación, con el movimiento hacia el sur de grandes masas de hielo marino del Ártico.
Los problemas de gestión de la flota y la falta de disponibilidad de buques alternativos “obligan a cancelar el programa científico debido a preocupaciones significativas de seguridad”, ha indicado en una nota oficial la Universidad de Manitoba, una de las instituciones que participan en este proyecto de investigación en el que se ha invertido el equivalente a 15 millones de euros.
El hielo ártico pierde grosor y extensión, y ahora se desplaza hacía el sur a mayor velocidad
“En el Ártico, el cambio climático no solo está reduciendo la extensión y grosor del hielo sino que está acelerando su movilidad. En estas condiciones, la navegación en zonas con hielo son muy variables y severas, y es probable que esto ocurra con más frecuencia en el futuro”, ha explicado el profesor David Barber, jefe científico de la expedición BaySys.
Los responsables del proyecto confían que la cancelación de la primera etapa de esta expedición no influya en el resto del proyecto, que se reanudará el 6 de julio. Este programa de investigación es importante para el conocimiento de las condiciones del Ártico ante el cambio climático y también para el estudio de las condiciones de vida y la salud de las poblaciones humanas en esta región.
“Los resultados conseguidos hasta ahora por las investigaciones de los científicos a bordo del Amundsen y las redes innovadoras como ArcticNet muestran que los impactos del cambio climático en el Ártico y el Océano Ártico de Canadá afectan no sólo a los ecosistemas y comunidades del norte, sino también a los entornos y las personas que viven zonas más al sur, como la costa de Terranova”, ha destacado la Universidad de Manitoba en su nota oficial.
La cancelación de la primera fase del proyecto en la bahía Hudson y la situación en otras zonas canadienses del Ártico “ilustran claramente que Canadá está mal preparado para enfrentar las realidades del cambio climático”, indican textualmente los expertos de la Univrsidad de Manitoba.