Las altas temperaturas del agua han provocado, en lo que va de año, la peor destrucción de corales registrada en la Gran Barrera australiana, según un estudio científico divulgado este lunes. La zona más afectada, unos 700 kilómetros de arrecife en la región norte, ha perdido al menos el 67% de sus corales en los últimos nueve meses, según el Centro ARC de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral.
Los científicos alertaron este año de que el 93% de la Gran Barrera está expuesta a un fenómeno de blanqueamiento y, como consecuencia, a que la mitad de los corales mueran. Cuando el agua marina se calienta, obliga a los corales a deshacerse de las pequeñas algas que los recubren. Estas les aportan oxígeno y protección, por lo que, al quedarse sin ellas, se calcifican y se vuelven blancos.
«La buena noticia es que dos terceras partes de los corales, en la zona sur de la Gran Barrera, se han escapado con daños mínimos», ha explicado el científico Andrew Baird, encargado de dirigir a los buceadores que realizaron inmersiones los pasados meses de octubre y noviembre.
Los expertos calculan que la región norte de la Gran Barrera necesitará entre 10 y 15 años para reponer sus corales, aunque la recuperación puede ser más difícil si el cambio climático continúa porque podría hacer los ciclos más cortos.
Varios estudios científicos, también publicados este año, han alertado del mal estado de los corales que, con sus 2.300 kilómetros de largo, constituyen el mayor sistema coralino del mundo y han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de los noventa debido al calentamiento del mar y al aumento de la acidez del agua por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.
Fuente y fotografía: El País