Gran preocupación existe luego de la muerte de un centenar de aves del frailecillo coletudo ocurrido en la zona del Mar de Bering, en la isla Saint Paul, Alaska.
Esta situación mantiene inquietos a los científicos quienes estiman que las muertes podrían estar vinculadas con el aumento de la temperatura en aquella región.
Lo anterior ha provocado un alza en la temperatura del mar, ocasionando un cambio en la densidad de los alimentos. Cabe recordar que el Estrecho de Bering es una de las zonas que mayor cantidad de alimentos marítimos ofrece en Norteamérica.
«El Mar de Bering ha experimentado un alza de temperaturas fuera de los registros. Actualmente estamos en un territorio desconocido, en medio de una época extraordinaria», señaló a National Geographic, Nate Mantua, quien forma parte del Servicio de Pesca Marina del Sureste de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Lo preocupante, además de la gran cantidad de aves muertas, es la frecuencia con la que este tipo de sucesos está ocurriendo, lo que haría pesimistas las proyecciones que existen en torno a esta especie.
«En diez años de monitoreo, hemos encontrado sólo seis episodios involucrando a frailecillos…Ahora, hemos visto cerca de 250 ejemplares en sólo 20 días. Y esta isla es un pequeño punto en el medio de un océano enorme. La población completa de estas aves es de seis mil frailecillos, y nuestra proyección es que al menos la mitad de ellos podrían verse afectados», aseguró Julia Parrish, profesora de la Universidad de Washington, en declaraciones que también destaca Emol.
Así, los efectos del calentamiento global continuán sintiéndose y afectando la biodiversidad del planeta, pese a lo que muchos puedan decir sobre este fenómeno.
Fuente y fotografía: Veo verde