Los agentes medioambientales están llamados a colaborar «para detectar con la mayor rapidez posible aquellos puntos en los que por falta de agua se requiera el rescate de las poblaciones piscícolas existentes».

Medio Ambiente es consciente de que «a pesar de haberse registrado una primavera especialmente lluviosa, y con riadas importantes en los cursos fluviales, la llegada de una época de calor ha llevado a los ríos no regulados a una situación de merma en sus caudales muy acusada».

Dadas las circunstancias de calor reinantes y de disminución de los niveles de aguas circulantes «puede hacerse necesario un rescate de la pesca existente en los cursos fluviales».

Medio Ambiente sabe, y así lo expone en un documento, que «el control de la derivación de agua es competencia de la Confederación Hidrográfica del Duero, pero también pone de relieve que la falta de agua a quien más afecta directamente es las poblaciones animales que viven directamente en el medio, las cuales son competencia del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León».

Además, se indica a algunas demarcaciones «que se hagan informes detallados, a ser posibles con fotografías y de cuantos datos consideren relevantes para remitírselos directamente a los órganos directivos con el objetivo de forzar a la Confederación Hidrográfica a que se tomen medidas de control de las detracciones».

Se hace alusión a las medidas que contiene el mismo Plan Hidrológico para la utilización del dominio público hidráulico, relativas a las masas de agua superficial, donde se especifica que «en los ríos no regulados, si los caudales circulantes en régimen natural son menores que los caudales ecológicos mínimos establecidos en el Plan , se prohibirá llevar a cabo derivaciones de caudal desde tomas directas (en pozas o azudes de retención) de los cauces afectados desde cualquier captación que afecte significativamente al caudal circulante por el cauce».

También se indica que en los ríos no regulados «la detracción de caudales en tomas directas de ríos o arroyos o en pozos situados en zonas de policía no podrá superar el 50% del caudal circulante por el cauce en el punto de toma, ni tampoco el régimen de caudales ecológicos mínimo establecido, no pudiéndose en ningún momento dejar seco el cauce».

El rescate de algunas especies es una práctica que suele llevarse a cabo en algunos puntos serranos de Sanabria donde a veces se registran una grandes mermas y la vida piscícola queda retenido en simples lugares expuestas a toda depredación o a morir.

Otros cursos de agua resultan temporales, como en la zona de Sayago y Aliste, donde los cursos fluviales desaparecen durante todo el verano y solo se alimentan de las precipitaciones.

Fuente y fotografía: La Opinión de Zamora