Un nuevo estudio ha descubierto que el calentamiento del océano es la causa principal del retroceso de los glaciares en la Península Antártica occidental. La península es uno de los mayores contribuyentes actuales a la subida del nivel del mar y este nuevo hallazgo permitirá a los investigadores hacer mejores predicciones acerca de la pérdida de hielo de esta región.
La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Swansea, en Gales, y el ‘British Antarctic Survey’, en Reino Unido, y que se publica este viernes en la revista ‘Science’, muestra que losglaciares que fluyen hacia la costa en el lado occidental de la península muestran una correlación espacial distinta con los patrones de temperatura del océano, con los del sur retirándose rápidamente, pero los del norte con pocos cambios.
Alrededor del 90 por ciento de los 674 glaciares en esta región han retrocedido desde que comenzaron los registros en la década de 1940. «Los científicos saben que el calentamiento delocéano está afectando a grandes glaciares en otras partes del continente, pero pensaban que las temperaturas atmosféricas eran la causa principal de todos los cambios de los glaciares en la Península. Ahora sabemos que no es así», subraya la doctora Alison Cook, directora del estudio en la Universidad de Swansea.
«Los numerosos glaciares en la Península Antártica dan una idea clave en cuanto a cómo los factores ambientales controlan el comportamiento del hielo a gran escala. Casi todos los glaciares en el extremo oeste terminan en el mar y hemos sido capaces de monitorear los cambios en sus partes delanteras de hielo usando imágenes que se remontan a la década de 1940. Los glaciares aquí son extremadamente diversos y, sin embargo, los cambios en sus partes frontales mostraron un fuerte patrón regional», detalla.
«Estábamos interesados en comprender qué estaba causando las diferencias, en particular, por qué los glaciares en el noroeste mostraron menos retirada que los más al sur y por qué se produjo una aceleración en el retroceso desde la década de 1990. Los registros de temperatura del océano han puesto de manifiesto un vínculo crucial», relata esta experta.
El equipo estudió mediciones de temperatura del océano alrededor de la península que se remontan a varias décadas, junto con fotografías de satélite y datos de los 674 glaciares. Descubrieron que el gradiente norte-sur de incremento del retroceso de los glaciares muestra un patrón fuerte con las temperaturas de los océanos, por el que el agua está fría en el noroeste y se vuelve cada vez más caliente a profundidades superiores a 100 metros más al sur.
Agua más cálida a media profundidad
Es importante destacar que el agua caliente a profundidades medias en la región sur se ha estado calentando desde la década de 1990, al mismo tiempo que se ha producido una aceleración generalizada en el retroceso de los glaciares. «Estos nuevos resultados demuestran por primera vez que el océano desempeña un papel importante en el control de la estabilidad de los glaciares en la Península Antártica occidental», destaca el coautor Mike Meredith, del ‘British Antarctic Survey’.
«Donde las aguas a media profundidad del océano profundo se inmiscuyen en la plataforma continental y se extienden hacia la costa, aportan calor que hace que los glaciares se rompan y fundan. Estas aguas se han vuelto más cálidas y se mueven a profundidades menores en las últimas décadas, haciendo que se acelere la retirada de los glaciares», detalla.
El coautor Tavi Murray, que lidera el Grupo de Investigación de Glaciología de la Universidad de Swansea, dice: «Los glaciares de la Península Antártica están cambiando rápidamente; casi todos los glaciares de la península se han retirado desde 1940. Hemos sabido que la región es un punto importante de calientamiento calentamiento climático desde hace un tiempo, pero no podíamos explicar qué estaba provocando el patrón de cambio glaciar».
«Este nuevo estudio muestra que un océano más caliente es la clave para entender el comportamiento de los glaciares de la Península Antártica. Actualmente, la península hace una de las mayores contribuciones a la subida del nivel del mar, lo que significa que entender este vínculo mejorará las predicciones de incremento del nivel del mar».
Fuente y fotografía: La Opinión de Murcia