“El agua que se consume en Tudela es potable y cumple los requisitos, así lo dice el Instituto Navarro para la Salud Pública y la Junta de Aguas, pero es de las peores aguas de Navarra, aunque todo es relativo: es mejor que la de Salou. Lo más preocupante y grave es la aparición en algunos análisis de herbicidas que son cancerígenos y que no hay depuradora que los quite”. Así de contundente se mostró Fito Jiménez, integrante de la Fundación Nueva Cultura del Agua, tras su comparecencia en el Parlamento Foral esta semana.
El problema de la calidad no afecta sólo a la capital ribera sino a todas las localidades integradas en la Junta de Aguas (Tudela, Fontellas, Castejón, Cabanillas y Fustiñana) y Cortes, que consumen agua del Ebro y de sus canales (Lodosa e Imperial) y de hecho según señalan “es la zona de Navarra que más agua embotellada consume”.
Este problema no es igual en toda la Ribera, ya que, según esta fundación, el agua del Queiles es de buena calidad, y también la del embalse de El Ferial, que abastece a Valtierra y Arguedas.
ANÁLISIS El problema de la mala calidad en el agua del Ebro se incrementa en verano en el que los herbicidas se hacen más presentes. Según los informes del INSP que maneja esta fundación, en los últimos 4 años se han detectado una serie de incumplimientos en la calidad del agua que plasman en su informe Alternativas de abastecimiento y riego en la Ribera Sur de Navarra y que entregaron al Parlamento Foral el miércoles.
En la Mancomunidad de Aguas del Moncayo de 84 análisis realizados, se detectaron 3 casos de “apta con incumplimiento” por bacterias coliformes y un caso de “no apta” por herbicidas (terbutilazina) en el polígono de Buñuel que toma agua del Canal Imperial. En Cortes, de 19 análisis se detectó un caso de “apta con incumplimiento” por cloratos y un caso de “no apta” por herbicidas (terbutilazina), “el agua tiene mucha materia orgánica y hace años que se abandonó el tratamiento con hipoclorito que producía trihalometanos que pueden ser cancerígenos. Se sustituyó por dióxido de cloro que puede producir un exceso de cloratos de menor incidencia para la salud”. En Valtierra y Arguedas de 45 análisis, apareció un caso de “no apta” por clostridium. En la Junta de Aguas de Tudela se hicieron en estos 4 años 59 análisis, en los que hubo 3 casos de “apta con incumplimiento” por bacterias coliformes, un caso de “apta con incumplimiento” por cloratos, un caso de “no apta” por turbidez (Cabanillas) y un caso de “no apta” por herbicida (metolacloro) que se resolvió aumentando la captación de los pozos. Por último, en la Mancomunidad de Cascante, Cintruénigo y Fitero de 52 análisis, hubo 3 casos de “apta con incumplimiento” por aluminio (utilizado en la ETAP para eliminar turbidez) y otros 3 casos de “apta con incumplimiento” por cloratos y cloritos.
Según señala Fito Jiménez, “no todos los análisis miran la existencia de herbicidas y si lo analizan lo hacen dos veces al año. Puedes haber estado consumiendo herbicidas sin darte cuenta. En Tudela cuando descubrieron herbicidas en el agua del Ebro cambiaron a consumir de uno de los pozos que tienen pero no te enteras hasta el día del análisis y has podido estar consumiendo hasta entonces”.
Desde esta fundación denuncian también la “deficiencia y la falta de transparencia en la gestión” ya que “no existen datos de nada en la mayoría de los organismos. No se sabe el consumo doméstico, ni el de riego, ni el industrial” y apuntan de aunar todas las mancomunidades riberas en una con mejor gestión y transparente.
ALTERNATIVAS Cuando se hizo el embalse de El Ferial se podría haber abastecido a toda la Ribera, según señala Jiménez, pero se quiso esperar al Canal de Navarra. En 1987 cuando se estaba construyendo este embalse se presentó un proyecto (de 5.000 millones de pesetas) de abastecimiento con aguas de calidad de este embalse para toda la Ribera sur. La propuesta fue desestimada porque en esas fechas se estaba construyendo la potabilizadora de Tudela (4.000 millones de pesetas) y también porque se argumentó que ya estaba previsto abastecer a la Ribera con el Canal de Navarra. Hoy el Ferial sólo abastece a Valtierra y Arguedas.
Existen varias posibilidades para lograr los 11 hectómetros cúbicos que necesita la Ribera con agua de mayor calidad que la actual si bien en invierno, según la Fundación Nueva Cultura del Agua, se podrían seguir abasteciendo del Ebro y sus canales.
Estas tres opciones serían: la segunda fase del Canal de Navarra (si bien todo su caudal se encuentra asignado a riego), una tubería desde Pitillas (donde termina la primera fase del Canal de Navarra) con un coste menor y menor tiempo de ejecución que el Canal, y, la tercera y más viable, optimizar los recursos ya existentes. “Se dispone de dos fuentes de alta calidad: Queiles/Val y el Ferial, y se dispone también de la aceptable agua del Ebro en invierno. Habría que estudiar la posibilidad de aumentar concesiones del Ferial y del Queiles para utilizarlos en verano, a la vez que se promueve la mejora de la gestión a través de una mancomunidad para toda la Ribera”. En este punto señalan también la posibilidad de “ampliar el embalse o cambiar el uso de algunos regadíos que también toman de ahí”.
USOS “DISPARATADOS”
CONSUMOS DE AGUA DE BOCA
Litros. Otro de los elementos que se ha de corregir es el del consumo desproporcionado del agua. Así, mientras en Pamplona se consumen unos 270 litros hab/día, esta cifra se eleva en la Junta de Aguas de Tudela hasta los 338, en Cascante, Cintruénigo y Fitero a 371 y 633 litros hab./día en Arguedas y Valtierra en consumo de agua de boca; el triple que en Pamplona. La CHE fija el parámetro máximo para municipios de menos de 50.000 habitantes de 340 litros hab./día. Las fugas son responsables de estas cifras “disparatadas”. – F. P-N.
Fuente y fotografía: Noticias de Navarra