Bordeando el espacio por donde discurría el antiguo camino municipal y una finca privada con un río se encuentra una estrecha carretera que da acceso a las viviendas del lugar de A Ruxida, en San Mateo. Una zona rodeada por mucha vegetación e incluso en algunos puntos cubierta por las ramas de unos árboles de gran porte que llevan tres años ocasionando problemas a los vecinos de la zona al interferir en el cableado.
Se trata de un olmo y dos ameneiros por los que los vecinos llevan tres años esperando a que se talen. Entonces los ladrones robaron el cableado eléctrico del lugar y al reponerlo se alertó de que debían cortarse. Uno de ellos se encuentra en un espacio propiedad municipal donde discurría el antiguo camino de la zona. Los otros dos, en una finca privada cuyos dueños habían solicitado permiso a Augas de Galicia para talarlos, pero les fue denegado. «Cuando Augas de Galicia lo aprobó el marido ya había fallecido y la mujer estaba encamada, y dijeron que se harían ellos cargo, pero nunca vinieron a talarlos», explica José Rodeiro, uno de los vecinos.
Desde hace tres años soportan continuos cortes en el alumbrado público y en la luz de las viviendas. «Cada vez que hay un poco de viento ya tenemos problemas», critica su hija, María Rodeiro. Recuerda una ocasión en la que cayó una rama de uno de los árboles en la carretera cuando ella iba hacia su casa con el coche. «Ni siquiera hacía viento y no cayó encima del coche de casualidad», señala indignada.
Reclaman tanto al Concello de Narón como a Augas de Galicia que no demoren más la tala de estos tres árboles. «Hace tres años que ya podrían haberlos cortado. Son árboles protegidos, pero como interfieren en el tendido eléctrico está aprobada su tala», recalcan los residentes en la zona.
Pero a esta problemática se suma ahora la aparición de un nido de avispa asiática. Con la caída de las hojas fue otro vecino de la zona el que descubrió el nido, que se encuentra en una de las copas de estos árboles a unos quince metros de altura. «Es como una bombona de butano. Resulta que cada vez que hay viento nos quedamos sin luz porque nadie quiere venir a cortar los árboles y ahora nos encontramos con que aparte de llevar todos estos años fastidiándonos tenemos un nido de velutina», critica María.
Relatan que avisaron al 112 para alertar de la presencia de la avispa asiática. «Vinieron hace quince días a hacer fotos, y estuvimos esperando porque pensamos que no lo sacaban por la lluvia, pero nada. Volvimos a llamar, nos dijeron que avisásemos a la Xunta. La Xunta nos dice que de eso se encarga una empresa a la que le dan el recado por correo. Y unos por otros pero aquí seguimos con el nido y con los árboles», lamentan los residentes. Y es que el camino es muy frecuentado por los vecinos para pasear al no haber mucho tráfico. Temen que algún día pueda producirse algún incidente con las ramas de los árboles y con el nido. «No sabemos ya a quién llamar ni quién nos lo puede quitar pero no queremos pasarnos tres años más con todo este problema», lamentan.
Fuente y fotografía: La Voz de Galicia