En los últimos cuatro años, los furtivos han masacrado casi 4.500 rinocerontes solo en Sudáfrica, donde vive la gran mayoría de estos emblemáticos animales. Les arrancan de cuajo el preciado cuerno y los dejan desangrándose hasta que mueren o una patrulla llega a tiempo de frenar su dolor con eutanasia. Las dimensiones de la barbarie…