Es imposible trazar el vuelo frenético y majestuoso de una mariposa con un ala rota. Por eso la Callophrys avis (que también atiende a un nombre mucho más prosaico: cejirrubia), lo máximo que podía hacer aquel día soleado del pasado abril, en la falda de la Sierra de Guadarrama, era dar saltitos erráticos sobre un…