Una tesis realizada por Carmen Teresa Bravo Sánchez en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia ha demostrado que el empleo de dos biorresiduos producidos en gran cantidad como son los lodos de depuradora y los residuos sólidos urbanos (basuras domésticas) para fertilizar los suelos es seguro siempre que estén tratados,