“Algunos lo saben, otros no. Pero todos son gatos. Gatos que leen”. Con esas palabras se refería Ena Cardenal de la Nuez, diseñadora del cartel, a los más de dos millones de personas, madrileños de residencia o durante un rato, que se espera que desde el viernes pasado y hasta el 11 de junio paseen —y lean y compren— por los Jardines del Buen Retiro durante una 76º edición de la Feria del Libro que aspira a ser la más sostenible medioambientalmente y a superar los 8,2 millones que facturó en 2016. El país invitado esta vez es Portugal y la conferencia inaugural correrá a cargo del intelectual Eduardo Lourenço, que el martes cumplió 94 años. El embajador portugués en España Francisco Ribeiro de Menezes dijo en la presentación de la feria que el compromiso de su país al participar va muy en serio y que, como muestra de ello, el presidente de la república Marcelo Rebelo de Sousa y Luís Filipe de Castro Mendes, su ministro de Cultura —y poeta—, acompañaron a los monarcas Felipe VI y Letizia en la visita que abrió oficialmente la cita, tal y como informa El País.
Es su primera edición como director y Manuel Gil Espín no va a remover ningún cimiento de una feria que en 17 días registra un tránsito parecido al de los principales museos del país en todo el año. “Cuando las cosas se hacen bien hay que copiarlas”, dijo literalmente en rueda de prensa, y en la FIL de Guadalajara(México) se ha basado para imponer un proyecto que repare el daño al medioambiente que causan los camiones descargando a diario mercancía que circulan por el parque de El Retiro. Van a medir la huella de carbono y las emisiones de gases invernadero y, para compensar su impacto, repartirán unos 1.200 cepellones entre los visitantes para que planten nuevos árboles. Se han procurado mejoras en la accesibilidad para discapacitados y una rotulación interior más visible de las casetas (con los toldos bajados resultaba complicado discernir en cuál se estaba), que además contarán con conexión a Internet mediante fibra óptica.
Si se tienen en cuenta las firmas de autores, hay programadas más de 5.000 actividades culturales, entre las que cabrán homenajes a Gloria Fuertes, José Luis Sampedro, Miguel Hernández y a la Universidad de Salamanca, decana de las españolas, que celebra su octavo siglo de vida.
Portugal, partiendo del libro, pretende acercar otras formas artísticas y, en palabras del embajador, “despertar tanto interés que nos sintamos compelidos a visitar el país”. 22 escritores portugueses y siete más lusófonos pasarán por la feria; consagrados como Dulce Maria Cardoso, Gonzalo M. Tavares o Nuno Júdice y otros de generaciones posteriores, pretendiendo el reflejo más fiel posible de su realidad cultural. También habrá tributo a las efigies de la literatura portuguesa que son José Saramago, Fernando Pessoa, Eça de Queiros o Lobo Antunes. El que fuera primer ministro Francisco Pinto Balsemão, fundador del diario Expresso, conversará con Juan Luís Cebrián sobre periodismo y su papel en la cultura.
Digitalización, fomento de la lectura entre jóvenes y big data
Se pueden comprar libros electrónicos en cualquier caseta durante la feria aunque no sea lo habitual precisamente porque el consumidor de esos formatos no busca acercarse al intermediario, mirar o tocar lo que va a leer, opina Gil Espín. Para el director esta es y seguirá siendo eminentemente una feria de libros de papel y la irrupción de la tecnología se producirá de momento solo en forma de pantallas que informan de la agenda y de tótems electrónicos donde se podrán realizar consultas. Habrá debate, eso sí, sobre cómo hacer de Internet un acicate al fomento de la lectura para los jóvenes, con un programa diseñado específicamente para ellos que contempla desde concursos de escritura a encuentros con quienes desde YouTube actúan como prescriptores de libros. Otra novedad importante para que la feria continúe una racha ascendente, estima Gil Espín, será realizar encuestas de hábitos de lectura y consumo entre los que pasean por El Retiro para compartir el análisis de esos datos para provecho de todos los gremios del libro.