Es un secreto a voces y ya a nadie sorprende. El calentamiento global es una realidad y está lejos de ser ciencia ficción. Desde hace años estamos notando su efecto en el planeta. Las condiciones de la Tierra cambian y la que más lo sufre es la naturaleza. Según la revista Science, la redistribución de las especies –flora y fauna– se está viendo afectada por el cambio climático. El cincuenta por ciento de las especies del mundo se están desplazando de sus hábitats por el cambio climático, informa Natura Hoy.
Tras hacer un recuento de más de 4.000 especies, la investigación ha dado como resultado que la mitad de ellas están en movimiento. Las especies terrestres se han movido unos tres metros por década, mientras que las marinas lo han hecho cuatro veces más rápido. Y no es esto solo lo que preocupa a los científicos, también lo hace el hecho de que los ciclos biológicos están siendo alterados. Por ejemplo, las ranas empiezan su temporada de reproducción ocho días antes cada año. Los pájaros y mariposas hacen lo propio cuatro días por año.
“ESTAMOS ATRAVESANDO UNO DE LOS MAYORES CAMBIOS DE LOS SISTEMAS AMBIENTALES QUE SE HAYAN VISTO EN MILLONES DE AÑOS. Y ESTÁ AFECTANDO A LAS PERSONAS”, HA EXPLICADO GRETTA PECL, RESPONSABLE DE LA INVESTIGACIÓN, A NATGEO.
Según el estudio, los arbustos debieron ser los primeros en modificar sus hábitos por el cambio climático. En el siglo XIX, los arbustos de Alaska (Estados Unidos) no alcanzaban el metro de altura, pero por el calentamiento global, ahora se pueden encontrar de casi dos metros. Este aumento de altura hizo que los alces se desplazaran en su búsqueda y siguiendo a estos llegaron las liebres. Todo un efecto dominó.
Los cambios afectan a las enfermedades, como la Malaria o la leishmaniasis. Esta última es una enfermedad tropical producida por unos parásitos que son transportados por moscas. Ahora las moscas se han desplazado y llegan hasta el norte de Texas, ya que encuentran un hábitat adecuado para la vida en esas zonas, cuando antes no lo hacían. Las plagas también son parte de todo esto. Las plagas de polillas de las madrugadas se extienden rápido por toda Sudáfrica, afectando a cultivos de coles y coliflores, y en América Latina los hongos y plagas de las plantaciones de café se aparecen en nuevas áreas.