Scott Pruitt, el máximo responsable medioambiental de Estados Unidos, cuestionó este jueves la contribución del hombre al cambio climático, lo que contradice el consenso científico y de la propia Agencia de Protección Medioambiental (EPA por sus siglas inglesas) que él dirige.
“Pero no sabemos aún. Tenemos que continuar con el debate y continuar con la revisión y el análisis”, prosiguió. “Creo que medir con precisión la actividad humana en el clima es algo muy complicado y hay un tremendo desacuerdo”, había dicho justo antes.
Sin embargo, en la página web de la EPA se señala que los “recientes cambios en el clima no pueden explicarse solamente por causas naturales” y que es “extremadamente probable que las actividades humanas han sido la causa dominante de ese calentamiento”
No es un secreto que Pruitt, ex fiscal general de Oklahoma cercano a la industria energética, es un escéptico climático. Pero sus palabras son mucho más categóricas que las de su acalorada comparecencia para su nominación en el Senado, cuando afirmó que el “clima está cambiando y que la actividad humana contribuye a ello de alguna manera”.
La declaración en la entrevista, cuando apenas lleva tres semanas en el cargo, acentúa el temor entre grupos ambientalistas de que, durante la presidencia de Donald Trump, EE UU reduzca significativamente su papel en la lucha contra el cambio climático.
Trump, que en 2012 consideró el cambio climático una invención china, no ha revelado si sacará a EE UU del acuerdo climático de París, como prometió hacer en la campaña electoral.
La designación de Pruitt ha abierto una brecha en la EPA. Se ha rodeado en la cúpula de la agencia de un equipo de escépticos climáticos frente a una base de trabajadores que llevan ocho años trabajando en remedios frente al calentamiento global.
Como fiscal de Oklahoma, Pruitt luchó ferozmente contra la agencia que ahora dirige. Combatió con recursos la regulación medioambiental del Gobierno de Barack Obama en colaboración absoluta con la industria energética contaminante.
Fuente y fotografía: El País