El designado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para dirigir la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA), Scott Pruitt, ha sido confirmado este viernes por el Senado. Pruitt, que hasta ahora ha construido una carrera política a base de críticas a la EPA, alianzas con empresas petroleras y un rechazo del cambio climático, llega al puesto tras una intensa campaña de oposición, liderada por funcionarios de la agencia que dirigirá.

Pruitt, que hasta ahora era fiscal general del Estado de Oklahoma, ha denunciado a la EPA en 14 ocasiones y cuestionado el impacto humano en el cambio climático. Aboga por reducir y descentralizar de la agencia que va a liderar, concediendo más independencia a los Estados en la regulaciones a empresas que afectan al medio ambiente.

Una de las polémicas más notorias en la cercana relación que guarda Pruitt con las grandes compañías petroleras. En 2011, según reveló una investigación de The New York Times, Pruitt enviaba cartas críticas a la EPA sobre las regulaciones de la agencia en el Estado de Oklahoma a petición de grandes empresas petroleras como Devon Energy, una de las mayores compañías energéticas estadounidenses.

Durante los últimos días, los propios empleados de la EPA han fraguado una campaña para tumbar la nominación de Pruitt por su polémico historial. En la madrugada de este viernes, senadores demócratas pasaron horas en el Senado insistiendo en la incompetencia de Pruitt para ocupar el cargo. Organizaciones activistas temen que la influencia de los lobbies energéticos sobre Pruitt suponga un retroceso de las medidas aprobadas por el Gobierno de Barack Obama para proteger el medioambiente.

Fuente y fotografía: El País