En 1978 el número de ejemplares había caído considerablemente y en 2009 se le vio por última vez. Ante ello, hace dos años se inició una expedición para encontrar al pequeño roedor australiano Melomys rubicola pero no hubo resultado alguno.
La conclusión de los científicos: el cambio climático cobraba su primera víctima. La causa, según su investigación, es el aumento del nivel de las aguas exterminando a toda la población y destruyendo el hábitat de dicho mamífero.
Probablemente esto representa la primera extinción de un mamífero causado por el cambio climático antropogénico (provocado por el hombre).
El animal habitaba en el cayo Bramble, isla que se eleva a tres metros del nivel del mar en el Estrecho de Torres, que separa Australia y Papúa Nueva Guinea. Natalie Waller y Luke Leung, autores del informe gubernamental, recomendaron que se declare extinto al roedor del cayo Bramble.
Para las islas de baja altitud, los efectos destructivos provocados por eventos meteorológicos se agravan “por el impacto del aumento de las aguas a raíz del cambio climático” provocado por el hombre.
Fuente y fotografía: Diario ecología