El agua es un ingrediente fundamental para la vida tal como la conocemos, y es una sustancia bastante abundante en el cosmos. Además, bajo su forma de hielo parece tener muchos papeles importantes en la formación de planetas.
El hielo de agua puede formarse incluso antes que los propios planetas y satélites que luego lo albergarán. Esa formación temprana se da en los discos protoplanetarios.
Los sistemas planetarios en su infancia son normalmente poco más que discos de gas y polvo en forma de remolino. A lo largo de unos cuantos millones de años, este gas es atraído hacia el centro del disco donde se acumula hasta formar una estrella, mientras que el polvo que resta se acumula en aglomeraciones más y más grandes, los “ladrillos” para la construcción de planetas. Los astrónomos han observado este desarrollo de los discos protoplanetarios en muchos puntos de nuestra galaxia. Se trata en esencia del mismo proceso que nuestro sistema solar experimentó al principio de su historia.
Un equipo de científicos japoneses ha detectado hielo de agua en la superficie del disco protoplanetario alrededor de la estrella HD 100546, a la que se le calcula una edad de tan solo unos 10 millones de años (la del Sol, en comparación, es de unos 4.600 millones). HD 100546 está situada a unos 320 años-luz de distancia de la Tierra.
La detección se ha logrado gracias a observaciones realizadas en la banda del infrarrojo cercano (la infrarroja más cercana a la luz visible) con el instrumento NICI (Near-Infrared Coronagraphic Imager) en el telescopio Gemini Sur, en Chile.
El equipo de investigación lo han integrado M. Fukagawa, T. Kudo, H. Terada y N. Takato, del Observatorio Astronómico Nacional, M. Honda, de la Universidad de Kurume en Fukuoka, S. Takatsuki y T. Nakamoto, del Instituto de Tecnología de Tokio, A. K. Inoue, de la Universidad Sangyo de Osaka, y M. Tamura, de la Universidad de Tokio, todas estas instituciones en Japón.
Fuente y fotografía: Noticias de la ciencia