El consumo medio de agua en los hogares españoles ha crecido ligeramente, pasando de los 130 litros a 139 por habitante y día. Pero esta cifra esconde las diferencias de consumo que se dan entre los grandes núcleos urbanos y los más pequeños. Así, mientras las poblaciones de menos de 100.000 habitantes consumen entre 162 y 169 litros por habitante y día, las poblaciones mayores de esa cifra y, sobre todo, las grandes áreas metropolitanas se quedan en los 121 y 107 litros respectivamente. «El consumo doméstico de agua es mucho más eficiente en las grandes ciudades», afirma Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS).
Estos datos se desprenden del Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2016, que traza una radiografía de estos servicios básicos en España, donde el 73% del agua urbana es de uso doméstico, el 11% se dedica al consumo industrial y comercial y el 16% restante se asigna a otros usos, como pueden ser los municipales o institucionales.
En la actualidad, según los datos de este estudio referidos a 2015, el precio medio del agua para uso doméstico es de 1,77 euros el metro cúbico (1.000 litros), del que 1,02 euros corresponde al servicio de abastecimiento y 0,75 euros al saneamiento(alcantarillado y depuración de aguas residuales), sin incluir IVA. Con un metro cúbico de agua, que cuesta esos casi 1,80 euros, podemos ducharnos diariamente tres semanas o darnos siete baños o poner 50 veces el lavavajillas, o 20 veces la lavadora o también podríamos lavar el coche hasta 10 veces. Por lo que cuesta un refresco pagamos el equivalente a dos días y medio de consumo en una vivienda de una familia de tres miembros.
Este precio de 1,77 euros por metro cúbico supone un incremento del 0,45% con respecto a 2014, si bien desde el sector aseguran que este precio no llega a cubrir el coste de los servicios, en contra de las exigencias de la Directiva Marco del Agua. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), una familia española gasta de media el 0,9% de su presupuesto anual en el recibo del agua, mientras que su gasto en teléfono le supone casi el 3%, y lo mismo para electricidad. Según Morcillo, el esfuerzo que hace una familia española para pagar el agua es el 63% del que hace la media europea.
El hecho de que las tarifas que paga el usuario no cubran todos los costes de los servicios de agua urbana está repercutiendo en el deterioro de las infraestructuras, explica José Carbonell, presidente de la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA). En este sentido, ambas organizaciones denuncian que la crisis económica paró las inversiones y que la inversión prevista en los presupuestos generales continúa siendo insuficiente, llevando a un envejecimiento de las infraestructuras.
Redes con más de 30 años
En cuanto a nuevas infraestructuras el déficit de inversión es más patente en saneamiento y depuración, asignatura pendiente de España, sobre todo en municipios de pequeño y mediano tamaño. En las redes de distribución -nuestro país cuenta con 224.000 kilómetros de red, con lo que podríamos dar cinco vueltas y media a la Tierra- se ha producido un envejecimiento: el 41% tiene más de 30 años; el 30% entre 15 y 30, y el 29% menos de 15 años. En el caso de las redes de alcantarillado -que suman 165.000 kilómetros- el 40% tiene más de 30 años; el 34% entre 15 y 30, y el 26% tiene menos de 15 años.
En este sentido, los operadores recuerdan que destinan el 22% de su facturación a renovación e inversión en nuevas infraestructuras, lo que supone 1.376 millones de euros, similar a la inversión en materia de agua realizada por el conjunto de las administraciones, tanto de carácter estatal como autonómico, que está en torno a los 1.400 millones de euros.
Fuente y fotografía: ABC
