El gobierno francés ha presentado su ley del hidrocarburo, una norma que debe poner fin a la búsqueda de petróleo y de gas natural en tierra firme gala de aquí a 2040. No es para mañana, pero establece una meta ambiciosa pionera a nivel mundial, según informa Ecología Verde.
La medida forma parte de una decidida apuesta del gobierno de Emmanuel Macron por un planeta más verde y, sobre todo, con menos emisiones de carbono. No en vano, el actual acuerdo climático global vigente se alcanzó en 2015 en París, durante la celebración de la COP21 en la capital gala. Ahora, casi dos años después, Francia presenta un proyecto de ley para acabar con la explotación de hidrocarburos en poco más de dos décadas.
El ministro de la Transición Energética y de Ecología de Francia, Nicolas Hulot, ya había dicho en junio que tenía la intención de hacerlo, pero sin dar detalles del texto previsto. Finalmente, ha presentado esta semana un proyecto de ley cuyo objetivo es acabar con la explotación de hidrocarburos en territorio galo por su negativo impacto ambiental.
“Francia asume el papel de líder en la lucha contra el cambio climático e incentiva a los otros países a tomar iniciativas parecidas”, dice Hulot. Una medida que se suma a otras muchas, todas ellas tomadas para cumplir sus compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.
Ahora, la ley debe ratificarla el Parlamento, un duro golpe para las empresas del sector que cuentan con concesiones galas. Entre ellas, destacan Vermilion y Seine-et-Marne, y concretamente ésta ha manifestado ya que los pozos locales siguen siendo muy útiles, así como menos contaminantes que si se exporta de otros países, como Arabia Saudita.
¿Por qué en 2040?
Según datos oficiales facilitados por el gobierno, actualmente hay 63 concesiones de hidrocarburos en Francia, ocupando una superficie de unos 4.000 kilómetros cuadrados. Son unos datos interesantes de cara a entender por qué se aplicará en 2040.
Básicamente, debido a este es el plazo de casi todas las concesiones vigentes, por lo que se trata de una medida política laxa, que se aplica a largo plazo. Con ello se intenta evitar, por ejemplo, la pérdida de empleo que supondría una medida más repentina.
Considerando este horizonte, por otro lado, la puesta en marcha de esta ley llevar a declinar más de 40 demandas de permisos, ha afirmado el Ejecutivo. Al margen, como hemos apuntado de que haya decidido mantener las concesiones autorizadas, por lo que se prevé que “solo unos pocos proyectos” aprobados antes de 2040 seguirán activos más allá de esa fecha.