El impacto del cambio climático sobre el cultivo de café ha sido ha analizado durante los últimos años en decenas de estudios. La mayor parte de estas investigaciones destacan que las plantaciones de café -base de una de las bebidas más consumidas en todo el planeta- son muy sensibles al aumento de las temperaturas, la alteración de las precipitaciones y la aparición de nuevas enfermedades vegetales que se asocian al cambio climático en diversos países productores, informa La Vanguardia.
Investigadores del Reino Unido y Etiopía presentan esta semana en la revista Nature Plants un nuevo estudio en el que se detallan algunos de los problemas que se pueden esperar en los cultivos en Etiopía de cafeto arábigo (Coffea arabica), la variedad de café más importante y antigua del mundo.
Los resultados de esta investigación no son nada tranquilizadores: Si la tendencia climática actual se mantiene, antes de acabar este siglo Etiopía habrá perdido más de la mitad de los actuales cultivos de café. El motivo es bastante simple: el aumento de las temperaturas y la disminución del agua disponible impedirán el cultivo de café en estas tierras.
El estudio apunta, de forma paralela, que los agricultores etíopes que quieran seguir en el negocio del café no tendrán más remedio que desplazar sus cultivos hacia zonas más altas, húmedas y menos cálidas (es decir, en Etiopía, hacia las zonas más montañosas).
El calentamiento global y la falta de lluvias puede llevar a la ruina a miles de agricultores en amplias zonas de Etiopía en las que se cultiva café
Si el calentamiento global continúa sin disminuir, hasta el 60 por ciento de la tierra actualmente utilizada para cultivar granos de café será inadecuada para la producción en las últimas tres décadas del siglo. La adaptación a nuevas tierras de cultivo no será fácil y, para muchos agricultores, la situación puede ser desastrosa, ha explicado Justin Moat, profesor de la Universidad de Nottingham y autor principal del estudio.
Base de la economía del país
El sector del café emplea a unos 15 millones de personas en Etiopía y representa una cuarta parte de los ingresos de divisas para este país africano.
En los últimos 50 años, la temperatura media en Etiopía ha aumentado alrededor de 1,5 grados Celsius y las lluvias en las regiones clave para el cultivo de café se ha vuelto más irregulares. La escalada de temperaturas y la disminución de las lluvias ya están degradando las principales zonas de cultivo de café etíope, como la península de Zege.
Actualmente, los cultivos de café en Etiopía se encuentra entre 1.200 y 2.200 metros de altitud. Para tratar de compensar el cambio climático, los expertos calculan que sería necesario que los cultivos se desplacen 32 metros en altitud (se sitúen en zonas más elevadas) cada 10 años.
Visto desde la lejanía y el desconocimiento del sector, este desplazamiento geográfico puede parecer pequeño pero los expertos advierten que debe ser muy bien planificado y requiere inversiones importantes.
La solución es posible
Por suerte para Etiopía y para los amantes del buen café, en este país africano existen todavía tierras en zonas elevadas que pueden ser utilizadas para el cultivo de estas apreciadas semillas, explican los autores del estudio.
”Va a ser una empresa enorme pero hay tiempo para hacer las transiciones necesarias si empezamos ahora; si esperamos, todo será más difícil y traumático”, ha indicado Aaron Davis, científico del Royal Botanic Gardens en Surrey (Reino Unido) y coautor del estudio.
Artículo científico de referencia:
Resilience potential of the Ethiopian coffee sector under climate change, Justin Moat et al. Nature Plants (2017). DOI: 10.1038/nplants.2017.81