La ciudad de Fairbanks, en Alaska, reúne a partir de este jueves 11 de mayo a representantes de los países miembros del Consejo Ártico(Canadá, Noruega, Finlandia, Islandia, Suecia, Dinamarca, Rusia y Estados Unidos) en la décima cumbre ministerial de este organismo creado para coordinar y gestionar las acciones en los territorios y aguas del Ártico, tal y como informa La Vanguardia.
La reciente resolución del gobierno de Donald Trump de autorizar explotación de petróleo y gas en aguas de Alaska -anulando la prohibición dictada previamente por la administración Obama– y la postura de la Casa Banca sobre el Acuerdo de París sobre cambio climático serán los dos temas destacados que dominarán la reunión de Fairbanks, aunque oficialmente ninguno de estos asuntos forma parte del calendario de las reuniones.
El nuevo encuentro ministerial del Consejo Ártico, que tiene carácter bianual, contará en esta ocasión con la presencia de los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Rex Tillerson, y Rusia, Serguei Lavrov, además de los cancilleres de los otras seis países miembros de esta organización.
Durante la cita, que tiene como tema ‘Un Ártico: Oportunidades compartidas, desafíos y responsabilidades’, Estados Unidos concluirá su periodo de dos años como presidente del órgano creado hace dos décadas y pasará esa responsabilidad a Finlandia.
Algunos expertos en este tipo de reuniones han indicado que, pese a la importancia global de los problemas del Ártico, en la cumbre de esta semana sólo se presentarán resoluciones sobre detalles técnicos muy localizados. En cambio, los temas más transcendentales -petroleo y cambio climático- formarán parte exclusivamente de las negociaciones y contactos informales.
Estados Unidos y Rusia podrían haber negociado que la resolución final de la reunión no haga ninguna mención clara al problema del cambio climático
Diversos medios de comunicación de Estados Unidos han apuntado, no obstante, que el secretario de Estado, Rex Tillerson, ha negociado con la delegación rusa una postura común en el apartado referido al cambio climático.
De esta forma, los representantes de la Casa Blanca se asegurarían que la declaración final de la reunión de este Consejo Ártico no haría ninguna mención importante sobre los efectos del cambio climático, el cumplimiento del Acuerdo de París o las explotaciones de hidrocarburos en la zona ártica.