Un día después de la firma de la orden ejecutiva de Donald Trump para revisar (y en lo posible eliminar) las regulaciones para reducir las emisiones de CO2, China pidió a Estados Unidos «respetar sus compromisos» con el medio ambiente.
El 3 de septiembre de 2016 China y Estados Unidos, que representan 40 por ciento de las emisiones globales, dieron un paso gigante a favor del medio ambiente.
Durante años, la administración de Obama criticó a China y le rogó se comprometiera a reducir el uso de combustibles fósiles para disminuir las emisiones de gases contaminantes.
En septiembre en el marco del G20, los presidentes Barack Obama y Xi Jinping ratificaron el Acuerdo de París y se comprometieron a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero para combatir el cambio climático.
Lo que en ese momento se catalogó como una muestra de colaboración entre dos rivales comerciales, a favor del mundo y el medio ambiente, hoy se ve amenazada por la nueva orden ejecutiva que firmó Trump el martes.
Con ésta, el ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscará frenar todas las regulaciones que Obama impuso a las plantas de energía no renovables e intentará renovar la industria del carbón.
«Nuestra opinión es que todas las partes deben respetar sus compromisos y tomar medidas concretas y voluntarias para poner en marcha el Acuerdo de París», explicó el vocero del ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, durante una conferencia de prensa.
Irónicamente, China es el mayor productor de carbón en el mundo. Aun así, muchos consideran que tras el cambio de gobierno en Estados Unidos y la postura del presidente Trump respecto al cambio climático, será China quien lidere la lucha para reducir el calentamiento global.
«Como lo declaró el presidente Xi Jinping en enero en la ONU, China asumirá sus obligaciones al 100 por ciento», aseguró el vocero Lu Kang.
Fuente y fotografía: www.huffingtonpost.com.m