Este largometraje podría llamarse algo así como “Matt Damon y su batalla contra la crisis del agua”, y en ella encontríamos a esta super estrella de la gran pantalla ejerciendo de sí mismo. Y es que este talentoso actor, uno de los sex symbols de Hollywood, está fuertemente comprometido con la ecología.
Al margen de alguna que otra excentricidad verde relacionada con su elevado poder adquisitivo, junto con Leonardo DiCaprio y algunas otras celebrities, destaca por su lucha solidaria en favor de la ecología y los más débiles. En realidad, pecados veniales que en modo alguno ensombrecen su entrega por temas realmente importantes.
Un problema, una solución
La lucha de Damon contra la crisis del agua bien merece un óscar al compromiso. El actor estadounidense explica que la crisis del agua “se puede resolver absolutamente”, pero para ello necesita ayuda.
Ayuda del mundo para apoyar su iniciativa, -explicada en el siguiente epígrafe-, con la que ha logrado grandes triunfos, pero no los suficientes. “Este problema se puede solucionar absolutamente y hay maneras prácticas de hacerlo”, dice en alusión a su manera de atajar el problema, un sistema que ha logrado abastecer a millones de personas de agua potable y de servicios sanitarios.
En cifras, de acuerdo con el actor, sus esfuerzos han logrado “transformar la vida de 5,3 millones de personas en el mundo” mediante el acceso a infraestructuras sanitarias y agua potable.
“Cuando te toma tantas horas al día encontrar y recoger agua, es muy difícil encontrar tiempo para el comercio, para estudiar, trabajar, realizar tus sueños o prosperar”, concluye.
El actor ha hecho las declaraciones aprovechando su participación en el Foro Económico Mundial que se celebra en la localidad suiza de Davos, donde ha aprovechado para recordar que todavía hay 663 millones de personas sin acceso a agua saludable y que carecen de inodoros unos 2.400 millones de personas.
Así empezó todo
En 2006, Matt Damon acompaño a su hermano Kyle a Zambia, donde descubrió las enormes carencias de su población en el acceso al agua potable. Su viaje lo marcó y decidió pasar a la acción.
El mismo año creó junto a Gary White la organización H2O for Africa (ahora Wa), cuyo objetivo es precisamente ese, mejorar el acceso al agua sanitaria. Como si propio nombre indica, sobre todo trabaja en el continente africano, si bien ha ampliado sus actuaciones a países asiáticos y centro americanos.
Su principal ayuda se basa en la concesión de microcréditos para que el acceso al agua sea posible más a largo plazo. Su objetivo es financiar mediante donaciones y préstamos que se invierten en proyectos para el abastecimiento de este recurso tan básico.
Donar y beber, así puedes ayudar
Se trata de un sistema iniciado en 2013, y del que el actor hace un balance positivo. Por otra parte, el actor también ha prestado su imagen para la marca de agua Ethos, que destina a la lucha contra la crisis hídrica 0,05 dólares por cada botella comprada.
Además de hablar de la importancia de seguir avanzando con su modelo de financiación para aportar soluciones a la medida de las necesidades de cada familia, Damon animó a la gente a colaborar haciendo donaciones y, curiosamente,… ¡bebiendo cerveza!.
No cualquier cerveza, sino la Stella Artois, marca de la compañía belga AB InBev, una de las mayores cerveceras del mundo, con la que su ONG colabora desde hace algunos años. Su aportación hasta ahora ha sido de 1,2 millones de dólares y en los próximos cuatro años pondrá sobre la mesa 4,8 millones de dólares más para realizar este tipo de proyectos.
Tierra prometida
Damon también ha denunciado la crisis del agua desde el cine con la película Tierra prometida (Promised Land), dirigida por Gus Van Sant y con un guión escrito por el mismo actor, a la limón con el también actor John Kransinski.
En “Promise Land” (2015) Damon interpreta a Steve Butler, un ex granjero que ahora trabaja para una gran compañía energética que le encomienda viajar con Sue Thomason (Francesc McDermond) a un pueblo de Pennsylvania para comprar a sus habitantes el derecho a explotar sus tierras.
No son unas tierras cualquiera. Solo aparentemente carecen de valor, y la compañía energética lo sabe. En realidad, buscan el gas que hay en el subsuelo, una auténtica mina de oro.
Sin ánimo de destriparla, obviaremos más detalles, quedándonos con lo importante a nuestro juicio, como es la denuncia que hace el film sobre la necesidad de proteger tanto a la vulnerable población rural como al medio ambiente poniendo freno a quienes andan sobrados de codicia.
El film se inspira en otras películas similares, como “Local Hero” (Un tipo genial) dirigida por Bill Forsyth en 1983, si bien en ésta el objeto de deseo es el petróleo. Y en el 2000 llegó “Erin Brockovich”, de Steven Soderbergh, protagonizada por Julia Roberts y Steven Soderergh e inspirada en la vida misma, denunciando las enfermedades ocasionadas por el agua contaminada en una zona con perforaciones de una compañía de gas.
Un filántropo llamado Matt
Matt encaja bien en la definición de filántropo. La lista de sus buenas acciones es larga, y demuestra un interés personal en cuestiones solidarias que van más allá de una simple pose.
Entre otras, la denuncia de un genocidio en Darfour junto a George Clooney en el marco del festival de Cannes de 2007, lamentando la inacción de la comunidad internacional.
O, por ejemplo, su participación en julio de 2008 en un torneo de poker que destinó sus beneficios a la asociación Ante up for Africa para luchar contra la crisis en Dafour. Con Brad Pitt y Clooney pidió abrir las fronteras a las organizaciones humanitarias tras la devastación provocada por el ciclón Nargis.
Fuente y fotografía: Ecología verde